“Llevo más de 25 años haciendo lo que más me gusta”

-¿Cómo se dio el nacimiento del periódico?
-A fines de 1998, con un grupo de amigos analizamos alternativas laborales para complementar nuestros trabajos de aquel tiempo. Siempre me dediqué al periodismo y en ese momento era redactor de una revista empresarial, pero sentía que estaba estancado. Tenía 30 años y buscaba un cambio en mi profesión. Se nos ocurrió entonces editar un periódico barrial, en parte porque entre 1991 y 1992 yo había tenido una breve experiencia al crear con otro amigo “Saavedra al día”, publicación que durante diez meses circuló en ese vecindario. Así nació “El Barrio”, que salió a la calle el domingo 4 de abril de 1999.
-¿Cómo surgió el sitio web?
-La web llegó tres años después, en 2002, ante el avance de los medios digitales. Pero siempre estuvo en un segundo plano, hasta que la rediseñamos en 2016 con un formato más moderno. Eso nos permite integrarla a nuestras redes sociales, que crecieron mucho en los últimos dos años.
-¿Qué es lo más gratificante de dirigir El Barrio?
-La posibilidad de desarrollar una vocación que tengo desde la infancia. Siempre me gustó escribir, contar historias. Al principio de ficción, cuentos breves, pero a partir de los veinte años, debido a que la literatura exige talento para sobresalir, me incliné por el periodismo. Llevo más de 25 años haciendo lo que más me gusta.

-¿Y lo más complicado?
-En cualquier proyecto autogestivo, la financiación es lo más difícil. Los primeros tres años del periódico fueron delicados. Mis socios del comienzo abandonaron el proyecto y me quedé solo. Lo más razonable hubiera sido cerrar “El Barrio”, ya que parecía inviable su continuidad. La publicidad era escasa y a duras penas salvábamos los costos. Al tener un trabajo en relación de dependencia, decidí seguir adelante sólo por la pasión de hacer periodismo. A partir de 2002 la mano comenzó a cambiar lentamente y el periódico creció desde entonces, aunque en los últimos dos años hubo una declinación.
-¿Te preocupa que esté disminuyendo el interés por los diarios «papel»?
-En parte sí, aunque es razonable que en el mediano plazo la lectura migre a otros soportes y el papel se extinga. No obstante, nuestro lector promedio es adulto y está acostumbrado a leer diarios en papel, no modificará fácilmente esa costumbre. Los jóvenes en cambio están volcados a los formatos digitales, específicamente las redes sociales, y se conectan con nosotros a través de Facebook y Twitter.
-¿Cuánta gente trabaja bajo tu dirección?
-Somos un grupo chico, de no más de cinco personas, integrado por familiares y amigos. Luego hay algunos colaboradores externos. Tenemos un presupuesto limitado, ya que los costos de impresión son altísimos.
-¿Cómo es la convivencia con los colegas de la zona que hacen periodismo barrial?
-De mi parte, respetuosa. Pero no siempre ese trato es recíproco.
–¿En lo personal te resulta más agradable buscar/cobrar avisos o hacer notas?
-Por supuesto, me gustaría sólo dedicarme a investigar y escribir. Pero en el periódico hago de todo y me siento a gusto porque son tareas que sostienen el proyecto: reparto ejemplares, vendo publicidad, cobro avisos, saco fotos, pago cuentas… No estoy sentado en un despacho dirigiendo a los demás, sino que comparto codo a codo el trabajo con todo el equipo. Es la única forma de que cierren los números.
-¿Qué opinás de la pauta del Registro Vecinal?
-Me parece una buena herramienta de la que muchos se aprovechan, ya que algunos periódicos sólo se sostienen con ese recurso. En mi caso, como soy planta permanente en un organismo público, no tengo acceso a la pauta oficial de la Ciudad. Pese a ello, pude desarrollar mi periódico con éxito. Por supuesto, no es soplar y hacer botellas. Se requiere mucho trabajo y el resultado final dependerá de que tan bueno seas en lo tuyo. Yo dejé de lado muchas cosas en mi vida para que “El Barrio” pueda sobrevivir.
-¿Si tuvieras que nombrar la clave de la vigencia y el crecimiento de El Barrio, cuál sería?
-Básicamente, tuve claro desde el comienzo qué tipo de medio quería hacer: el diseño, sus contenidos, el espíritu. Yo buscaba un periódico barrial que me atrajera plenamente como lector y no lo encontraba. No se trata sólo de publicar noticias, sino de darles vida. Una vez definido el propósito, la pasión que uno sienta y la entrega son claves para que un emprendimiento cobre vida. Sin sacrificio no hay resultados..