REFLEXIONANDO POR BAIRES
Me gustaría que lo sepa… Conocí a Gustavo cuando nuestros hermanos mayores se pusieron de novios. Yo tenía diez años y él, once. Descubrimos entonces que nos llevábamos un año y unos días de diferencia, pues los dos los cumplimos en abril. A esa edad, estas mini-coincidencias no suelen pasar desapercibidas. Al poco tiempo de
Leer más