Fundado el 1 de marzo de 1931, celebra sus 86 años. Ubicado en la calle Nueva York 2944/60, es una de las cinco instituciones de Agronomía. Su denominación oficial es Club El Talar, aunque también se lo conoce como Club Deportivo y Biblioteca El Talar. Son sus actividades: Basquet masculino y femenino (recreativo y federado desde infantiles hasta veteranos), Futsal, Fútbol masculino (recreativo y federado desde infantiles hasta veteranos), Patín artístico femenino, Taekwondo (todas las edades), Fitness, Pilates y Gimnasio de musculación.
Los límites de Agronomía lo incluyen. Sin embargo, también se lo suele asociar a Villa Pueyrredón. En realidad, a la zona en la que se encuentra el club, más de cien años atrás, se la conocía como Villa Talar. Cuando esta parte de Buenos Aires aún no había comenzado a poblarse aceleradamente, su geografía estaba caracterizada por amplios descampados -con algún caserío perdido- y montes de talas.
Tiempo después la Ciudad nomencló oficialmente a sus barrios, y lo que era conocido como Villa Talar, o Los Talares, fue ignorado por las autoridades y el sector se subdividió pasando a formar parte de Pueyrredón por un lado, como así también de La Paternal, Villa del Parque y Agronomía, bajo cuya jurisdicción recayó la cuadra de Nueva York en la que hoy se levanta el club.
Según relatos que se remontan a los años 30,un grupo de vecinos primero plantó bandera en una propiedad de la avenida Nazca con el objetivo de darle nacimiento al club. Más adelante, compraron un lote en el actual predio, si bien el crecimiento fue notorio y permitió que pronto, el lote original se multiplicara por cuatro.
La actividad principal en tiempos de la fundación fue el básquet, deporte que continúa siendo muy fuerte en la institución. La actividad social ha sido, asimismo, uno de sus emblemas. Por su parte, el progreso que experimentó el fútbol en los últimos años, también fue notorio. El baby y el futsal, compitiendo en diversas ligas y atrayendo una considerable masa societaria, ha crecido a pasos agigantados.
A pesar de que cuando se produjo la fundación del «aurinegro» , la primitiva Villa Talar ya pertenecía al recuerdo de sus pobladores más veteranos, el club tomó para sí el nombre, propiciando que la esencia de aquella barriada nunca reconocida oficialmente, quedara impresa a través de décadas y generaciones.
