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1983_Equipo

Clubes chicos de corazón gigante

Hoy: Excursionistas en 1983

La frustración del campeonato anterior no repercutió en la continuidad del cuerpo técnico. La Comisión Directiva consideró que Edgardo Marchetti era ajeno a las mayores responsabilidades en la eliminación del octogonal del ‘82, y renovó la confianza en aquel entrenador que había dejado buena impresión en su primera temporada en Excursionistas.

Altas y bajas

Para 1983 la AFA confirmó el mismo formato de torneo que en 1982, y el Verde  mantuvo la base del plantel titular. Entre los recién llegados, hay que contabilizar a Caligiuri (de inicios en Platense), Cardozo (San Telmo), Dios (inferiores de Huracán), Lanutti (Flandria), Bernabé Ferreyra (Banfield), Lacanna (Tristán Suárez), Mezher (Comunicaciones), Morel (inferiores de Boca), Parisi (de comienzos en Ferro), los arqueros Peralta Luna (Liniers) y Varise (Platense) y un delantero con pasado en Primera A (jugó en Huracán y Colón), que sumándose con el torneo ya empezado, causaría una grata impresión: Augusto Sánchez

Se fueron, entre otros, los arqueros Stanizzi y Llesona, Amado, Castillo, Barrios, Dall’Ollio, Delli Santi, Díaz, El Alí, Garaffa, Godoy Guerreño, Ledesma, Ramón Rodríguez y Zella. Párrafo aparte, amerita la pérdida que el plantel sufrió con el certamen ya iniciado: Fonseca Gómes llegó a jugar un par de partidos (hizo un gol) y luego se marchó a Chacarita, donde ese mismo año con su nuevo equipo conquistó el ascenso a Primera A.

Goles e ilusiones

El ‘83 arrancó oficialmente, con una goleada ante Dock Sud. Los tres goles del Beto Horvath serían el preanuncio de un gran año para el crack surgido de la cantera albiverde. En 1983, el Beto quedó pronto al margen del equipo, pero tras superar una serie de incómodas lesiones, reapareció cerca del final en una dimensión nunca antes vista.

Excursionistas perdió en Escalada a la fecha siguiente, lo que sería un reflejo de una irregular campaña, al menos hasta el tramo final. Si bien el potencial del equipo era enorme, no lograría plasmarlo en la cancha hasta el segundo semestre. Y cuando al fin alcanzó su mejor fútbol, ya no había margen para pensar en el ascenso directo, pues Argentino de Rosario había sacado una ventaja inalcanzable para el Verde y se quedaría con el título. Excursionistas, en tanto, concentró todas sus energías en la lucha por el segundo ascenso. La clasificación para el octogonal, la consiguió con algunas fechas de anticipación.  Claro que para eso, debió enterrar una mala racha que fue corregida justo a tiempo.

El equipo alternó buenas actuaciones con otras decepcionantes. Así, tempranamente se alejó de la pelea por el título. Después de un empate como local ante un Cambaceres de floja campaña (el ex Boca Osvaldo Potente metió dos goles de tiro libre en ese encuentro) se produjo la renuncia de Edgardo Marchetti. Días después se sabría que había firmado para Almagro, por entonces, acérrimo rival de Excursionistas.

De la confusión al aplauso

Su reemplazante, Guillermo Tuya, un hombre de la casa, tuvo la responsabilidad de sacar al equipo al flote. Tarea nada sencilla, considerando el bajón futbolístico y anímico en el que estaba sumido Excursionistas. La campaña irregular no se modificó en lo inmediato. Fue necesario esperar a la segunda rueda y soportar más actuaciones para el olvido.  En una de ellas el equipo pareció tocar fondo: una derrota como local ante los zarateños encendió las alarmas. Pero a partir de la jornada siguiente la anhelada reacción se vislumbró. En la Isla Maciel, gracias a un tiro libre de Panelo, Excursionistas le empató  sobre la hora a San Telmo. A continuación, contra San Miguel, los leales empezarían a disfrutar de La Máquina del Bajo en tota su magnitud. Con la excepcional vuelta de Horvath, la fulgurante aparición de Morel, un inspirado Augusto Sánchez y el veloz Martínez Fariña, el Verde moldeó un temible ataque. En la contención Mazariche y Carrasco se hicieron fuertes y Lanutti, tuvo momentos brillantes como volante creativo. Atrás, Heinrich y Panelo armaron una sobria zaga central, junto a Lacanna y Mezher como efectivos laterales. Y en el arco, Peralta Luna brindó una seguridad indiscutible, haciendo uso de reflejos admirables para volar de palo a palo y dejar a asombrados, muchas veces, a propios y extraños.

Se sucedieron actuaciones descollantes. En Ituzaingó Excursio prácticamente se puso en el bolsillo una clasificación que se había demorado por culpa de aquella mala racha ya archivada. A Cambaceres, también como visitante, los de Tuya le metieron siete… Y hasta el futuro campeón se retiró  humillado del Bajo, en un sábado memorable, bajo la lluvia.

Muy cerca de la B…

El octogonal era una chance inmejorable para acceder al objetivo postergado durante más de una década: retornar a Primera B. Los dirigidos por Tuya llegaban en la cumbre de su rendimiento, si bien los adversarios que aparecían en el camino, presuponían obstáculos complicados.

San Telmo dio muestras de su rudeza, pero el Verde lo eliminó empatando en la Isla y venciéndolo, con lo justo, en Pampa y Miñones.

Contra San Miguel, por la semifinal, volvió a empatar afuera y se despachó con una celebrada goleada en casa, donde el equipo lució como en sus tardes más deslumbrantes.

Faltaba un solo paso: Talleres. A diferencia de los cotejos anteriores, esta vez debería definir de visitante. En el partido de ida Excursionistas no respondió a las expectativas generadas; sin poder equiparar el nivel que venía demostrando, solo igualó y hasta pudo haber perdido, de no ser porque Peralta Luna contuvo un penal. Faltaban solo 90 minutos…

La finalísima en Escalada fue una de las grandes frustraciones de la historia albiverde. Una derrota por 2 a 0, con ambos goles señalados en el segundo tiempo, se llevó al tacho de la basura, la ilusión del grupo, del cuerpo técnico, de los dirigentes y de tantísimos leales que viajaron al sur del conurbano y muchos más que palpitaron el desenlace desde el Bajo Belgrano y otros sitios.

La sensación de que el equipo estaba plenamente capacitado para ascender se había hecho carne en todos. Pero, una vez más, no pudo ser…

Foto de esta nota: Revista Excursio Una Voz de Belgrano.

 

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