Abril quería saber
Aquel domingo de otoño, mientras caminaban por una tranquila calle del barrio, Abril le preguntó a su padre: “Papi ¿está bien que una persona tenga más de un novio al mismo tiempo?”. La nena, que estaba muy cerca de entrar a la adolescencia, observaba algunas costumbres que tenían chicos un poco más grandes y sentía curiosidad. Es que eso no era justamente lo que le habían enseñado en su casa. Como le parecía raro, hizo lo correcto: lo consultó directamente con sus familiares más próximos. Hubiera sido más cómodo para ella no decir nada. Pero Abril creyó que si se callaba, podría llegar a confundirse más todavía, y que ellos, a los que tanto amaba, le darían la respuesta que estaba esperando para salir de sus dudas.
El papá, muy contento por la confianza que su hija les tenía tanto a él como a su esposa, contestó: “Mirá Abril, muchas cosas de las que veas afuera de casa, te van a parecer que están bien. Y lo vas a creer simplemente porque las personas las hacen normalmente. Pero eso no significa que estén bien. Lo que está mal, está mal aunque sea muchísima gente la que lo haga”.
La niña escuchó con atención. Quería saber más sobre el tema. Su papá, entonces, siguió comentando: “Hoy en día es bastante común -hasta en los adultos- eso de estar con más de una persona a la vez…” La nena lo interrumpió: “Pero yo tengo unos cuantos amigos, y los tengo a la vez. ¿No es bueno eso?”. Sí, claro -le explicó el papá-, pero son cosas distintas. Podés tener todos los amigos que quieras. Pero una cosa es esa y otra cosa es una relación de noviazgo. El problema es que ahora pareciera que son lo mismo, o muy parecidas. Pero sí, hay que saber diferenciarlas. Un amigo es un amigo y un novio es un novio”.
Abril, al escuchar esto, pensó: “Y sí… es una obviedad que un amigo es un amigo y un novio es un novio. ¿Pero cómo puedo hacer para entender las diferencias?”. Enseguida le trasladó su duda al papá, y él le dijo: “Si dos personas tienen un noviazgo, por ejemplo, que se den un beso en la boca es muy lindo, porque así se estarían demostrando el amor que se tienen. En cambio, si no lo son, besarse no es correcto. Y por más que veas que eso pasa muy seguido, no significa que esté bien. Es como te dije recién: en el mundo se acostumbra a hacer cosas malas, creyendo que son buenas. Y lo que hacemos mal, tanto pero tanto se repite, que corremos el peligro de terminar convenciéndonos de que lo malo es bueno. Son muchos los que cayeron en esa confusión, pero es importante que vos no lo hagas”.
Abril se quedó tranquila con la explicación. Igual, se dio cuenta de que no iba a ser la única duda que tendría de aquí en adelante, porque la esperaba un camino cargado de nuevas experiencias. Y por más que le daba algo de vergüenza compartir ciertos pensamientos con los padres, sabía que eran las personas que más la amaban en el mundo, y lo valioso que era poder recurrir a ellos en cada momento de la vida.
