ANÉCDOTAS EN LA ESCUELA DEL CÍRCULO DE PERIODISTAS DEPORTIVOS
El debut (II).
En forma paralela a mi debut en la revista partidaria de Racing dirigida por Pacho Vera, también hice mi ingreso a la Sólo Fútbol. Este era un semanario surgido en 1985, que tenía la particularidad de efectuar la cobertura de todas las categorías del fútbol argentino. Con sus alineaciones, goleadores, tablas y las estadísticas más completas de la A hasta la D, había cautivado mi atención desde que tenía 13 años. Descubrí esta revista pocas semanas después de su aparición, y comencé a coleccionarla semana tras semana. Era frecuente que los lunes a la noche -cuando ingresaba a las paradas de diarios de turno vespertino- ya tuviera a la Sólo Fútbol entre mis manos, para regodearme con información que no salía en ningún otro lado. Fútbol del interior, fútbol internacional, notas de color, reportajes, números… Todo eso componía las páginas de una revista que, entiendo, incidió de manera fundamental en mi decisión de estudiar periodismo. Y las vueltas de la vida, me llevaron a que en el primer semestre de 1991, me encontrara del otro lado del mostrador, o sea, trabajando en esa misma publicación que tanto me había atraído durante mi adolescencia. Claro, “trabajando” suena muy formal, cuando lo que en realidad hacía para el semanario eran las denominadas colaboraciones, es decir, que por una pequeña suma monetaria, cubría un partido del ascenso una vez a la semana, o quizás, con menor frecuencia todavía.
Mi debut aconteció el 8 de junio de 1991, en un cotejo que en la cancha de Savio 80 de Villa Lugano –allí era local Yupanqui-, tuvo frente a frente a este equipo y a Fénix, por el campeonato de Primera D, la última de las categorías de AFA.
Para que esto se cristalizara, debieron transcurrir unas cuantas semanas. Mi estrategia fue muy parecida a la que me sirvió para entrar a la revista Racing. Una tarde me apersoné en la editorial Sineret, de la calle Yerbal, en Caballito, llevando mis estadísticas: nombres y apellidos de los jugadores de Boca y River en la década del 80, con sus presencias, goles y expulsiones. Hoy por hoy, ya no sé a quién le dejé aquellas hojas, pero conservo la borrosa impresión de que me dijeron que volviera más adelante. Así lo hice. En esta nueva ocasión, me recibió Ariel Longueira, uno de los periodistas de mayor rango en el staff. Enseguida, me derivó al redactor Alejandro Martínez, que me atendió muy amablemente. Me dijo que me tomarían una prueba, la cual consistía en ir a ver un partido. Ese partido fue el que el 23 de marzo, sostuvieron en Agronomía Comunicaciones y Argentino de Quilmes, por el torneo de Primera C. Ganó el local 3 a 2. Yo me ubiqué en la pequeña cabina de arriba de la platea. Para mí, era como soñar despierto.
Pero si con este grado de felicidad tomé la primera prueba, ¿cómo podría calificar a la segunda? El cotejo designado, siete días después, era nada menos que Excursionistas-Dock Sud. Tantas veces había estado en el Bajo Belgrano como hincha, y ahora tenía la chance de hacerlo desarrollando una función periodística. Supongo que la satisfacción no cabría en mi pecho… La credencial de la revista me habilitó el ingreso a Pampa y Miñones… ¡sin pagar! Y presencié desde el palco de prensa, el empate en tres goles con el Docke, un match accidentado donde el árbitro Luis Rodríguez le dio dos penales a la visita, expulsó a Seria y Chazarreta de Excursio, y a Romero de Dock Sud.
A esta altura del año, como los campeonatos estaban terminando, ya no tendría posibilidades de hacer mi debut oficial en esta temporada. Eso sucedería recién con el inicio de la temporada próxima, la ‘91/92. Entretanto, regresé a mi condición de simpatizante albiverde y como un hincha más, viví el octogonal ‘90/91 de Primera C, donde lamentablemente, Excursio fue eliminado en cuartos de final por Colegiales.
