LA PRECARIZACIÓN LABORAL

CBO

La columna de la Lic. Linares

Desde el 2019, que los prestadores de servicios a favor de personas con discapacidad no recibimos un aumento que se equipare a la constante crecida de la inflación en nuestro país. Luego de reiteradas reuniones y postergaciones, finalmente se aprobó, a partir de diciembre de 2020, un aumento… Pero lamentablemente sólo representa un diez por ciento del nomenclador vigente. Esto, sumado a que durante este mes de enero hay que recategorizarse y se produjo un aumento en el importe a pagar por los monotributistas. Ya desde hace varios años, el valor nomenclado para que las obras sociales paguen a los prestadores roza el salario mínimo. Pero hay que tener en cuenta que como trabajadores independientes no gozamos de los beneficios del trabajador en relación de dependencia. No contamos con aguinaldos, vacaciones pagas, ni licencias, y en muchos casos, los días de ausencias por causas personales o enfermedad son descontados. Durante los meses de receso escolar debemos subsistir, ya sea con nuestros ahorros o bien esperando cobrar los pagos atrasados de dos meses -como mínimo- que realizan las obras sociales. Y si no, buscar otro trabajo.
Además del monotributo mensual, debemos hacernos cargos del costo de los seguros y los trámites para poder ingresar en los establecimientos educativos, lo que nos deja un resto por debajo de la cobertura de nuestras necesidades. Otra forma de precarización laboral, es la de trabajar con centros intermediarios, los cuales muchas veces efectúan la cobranza y se quedan con una parte del dinero, descontándole al profesional que trabaja realizando, por ejemplo, las integraciones escolares en los colegios. Ante este desfavorable panorama laboral, los profesionales debemos buscar soluciones alternativas, en reiteradas ocasiones, atendiendo a pacientes particulares y/o realizando al menos dos integraciones escolares simultáneas, lo que implica trasladarse de un lugar a otro, entre puntos que a menudo no son cercanos entre sí.
Otra de las variantes, es la de trabajar en integraciones parciales, lo que significa no asistir todos los días de la semana, en los casos que los niños sean independientes, logren cierta autonomía en la escuela y a nivel social puedan desenvolverse. Estos tipos de integraciones suelen ser escasas.
Si bien se realizaron últimamente distintas marchas y reclamos por parte de los profesionales y las familias donde hay personas con discapacidad, ésta área, como muchas otras en nuestro país, no están bien remuneradas. Al ser la nuestra una minoría que no cuenta con alguna estructura ni sindicato que la represente, es mucho más difícil organizar algún tipo de protesta que realmente le exija las autoridades para que éstas mejoren la mencionada situación laboral.

Romina Linares

Para contactarse con la Lic.

Correo electrónico:

romina_linares@hotmail.com

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