Este sábado 21 de septiembre, Colegiales celebra su cumpleaños número 156. Su año de nacimiento, ha sido catalogado, por ende, como 1863. La fecha del aniversario, no obstante, forma parte de un análisis realizado la década pasada por la Junta de Estudios Históricos de Chacarita y Colegiales, ente que arribó a esta determinación a pedido del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Colegiales no contaba con un día que lo identificara como sí lo tenían muchos barrios capitalinos, por ejemplo, su vecino Chacarita. De modo sintético, se dirá que el grupo de historiadores a los cuales les tocó designar una fecha representativa, se basó en las siguientes premisas para establecer su conclusión.
¿Por qué 1863? Porque ese año el futuro escritor Miguel Cané, ingresó –a la edad de 12 años- al Colegio que hoy conocemos como Nacional Buenos Aires.
¿Por qué el 21 de septiembre? Porque en la mencionada fecha se celebra el Día del Estudiante en la Argentina.
Estos datos, por supuesto, poco aportan para desentrañar la cuestión. Por lo tanto, es necesario agregar mayor información, la cual podría ir precedida por el título de esta antiquísima obra de la literatura de nuestro país: Juvenilia.
El autor de este libro es el recientemente citado Miguel Cané (1851-1905) y fue publicado en 1884. En algunas de sus páginas se detallan las aventuras del grupo de estudiantes pupilos del Nacional Buenos Aires que el propio escritor integraba. En el relato, se hace referencia a que los alumnos, en sus vacaciones de verano, pasaban parte de su tiempo libre en lo que todavía era una zona de características rurales del Buenos Aires de aquel entonces. Esa zona de quintas o chacras, quedó identificada como La Chacarita de los Colegiales precisamente, a partir del paso de los estudiantes por allí, durante el receso escolar.
El transcurso del tiempo dictaminó que Chacarita y Colegiales se separaran para originar dos barrios con límites oficiales diferentes, si bien sus cimientos están firmemente asociados y poseen un origen en común.
Homenajeados afuera del barrio.
Tanto Miguel Cané como su emblemática obra Juvenilia –uno de los tantos libros que escribió-, se encuentran homenajeados en suelo porteño, aunque en ninguno de los dos casos, cerca de la zona comprendida por Colegiales y Chacarita. Cané, al margen de su condición de escritor, tuvo intervención en otros aspectos de la vida del país. Nacido en Montevideo –pues sus padres, ambos porteños, estuvieron radicados por un tiempo en el Uruguay- llegó a la Argentina a los dos años de edad. Aquí, ocupó varios cargos públicos, como ser el de Intendente de la Ciudad de Buenos Aires. También fue embajador en Venezuela y docente universitario.
En el ámbito de la Capital Federal, se lo recuerda con una pequeña arteria que lleva su nombre. Esta se encuentra en un sitio muy característico de Palermo, para más exactitud, dentro de un espacio de grandes residencias y escaso movimiento vehicular identificado como Barrio Parque. La calle tiene tan solo unos cincuenta metros de extensión.
En cuanto a Juvenilia, con esa denominación existe una plazoleta en Retiro. Se trata de un mínimo espacio verde en forma de círculo, separado de la Plaza San Martín por la calle Marcelo T. de Alvear.
