UNA BUENA INICIATIVA CON UN GRAN SIGNO DE INTERROGACIÓN

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Hay una iniciativa que comenzó debatirse en la Legislatura Porteña, con respecto a la creación  de un registro de bicicletas y monopatines, cuyo objeto es el de prevenir los robos de dichos vehículos. Todo proyecto de prevención del delito es loable, pero si la inscripción es voluntaria, como indica la información que se ha vertido, es complejo que finalmente pueda llevarse a cabo, más aún, si esto tiene un costo para el usuario.

De acuerdo a la experiencia que he tenido como taxista, logré comprobar por haber circulado por las calles y avenidas de la Ciudad, los cambios producidos en los últimos años. En ese sentido, es impactante la aparición de las bicisendas o ciclovías. Estoy totalmente de acuerdo con la medida, pero siempre me pareció que debía haber un control sobre el comportamiento de las bicicletas en el tránsito: es necesario que sus conductores tengan los mismos derechos y obligaciones que el resto de los vehículos, ya sea motos, automóviles, colectivos o camiones. Esto sólo se podría conseguir si llevaran una patente obligatoria, lo que permitiría aplicarles una multa en caso de cometer infracciones. Lamentablemente, existe una gran cantidad de ciclistas que no respetan las leyes básicas del tránsito. El hecho de no detenerse en los semáforos ante la presencia de la luz roja, acaso sea la más evidente.

Un gran error en la construcción de las ciclovías, es el hecho de que sean mano y contramano, circunstancia que obliga a los automovilistas a tomar enormes recaudos al llegar a una esquina con bicisenda, pues al cruzar una calle de mano única (el caso Gorriti, en Palermo, por citar apenas uno de los numerosos ejemplos) que tiene intensa circulación de bicicletas, el conductor automáticamente tiende a mirar en la dirección a la que viene el tránsito automotor. Sin embargo, al aparecer bicicletas desde ambos lados, la situación presenta un importante riesgo de accidentes, obligando, por supuesto, al automovilista a extremar precauciones, máxime, si se considera que la Ley de Tránsito le otorga prioridad al vehículo de menor porte.

El Gobierno de la Ciudad parece haber tomado nota de la situación, ya que la recientemente inaugurada ciclovía de Avenida del Libertador es de mano única, coincidiendo con la circulación vehicular. Esto además se da en las avenidas Corrientes y Córdoba. En resumen, es una buena iniciativa la de patentar bicicletas y monopatines, pero de no ser esto obligatorio, difícilmente tenga utilidad práctica.

Andrés Rosen

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