La Comisión Directiva reunida por BACN. El 20 de abril el club llegó a los cien años.
¿Qué medio de locomoción podría heber elegido nuestro cronista para ir a hacer una nota al Club Ciclista Nación? Efectivamente, en bicicleta. Un miércoles por la noche llegó hasta la sede de Godoy Cruzy Juan B. Justo (justo antes de subir al puente) y tras enganchar su rodado en un cesto de basura distante unos cinco metros de la puerta, tocó el timbre.
El periodista ya había hecho algunos intentos telefónicos para concretar la entrevista, pero nunca respondieron del otro lado de la línea. Durante la charla, se enteraría que sólo los miércoles a la noche es posible hallar a la dirgencia, pues ese es el momento fijado para la reunión de Comisión Directiva. “Venimos a hacer una nota con motivo del centenario del club”, dijimos por el portero eléctrico cuando nos preguntaron el motivo de la visita. Un minuto más tarde, un señor abrió la puerta, invitándonos cordialmente a subir a un primer piso por escalera. Allí, encontramos a la Comisión Directiva, que mantenía su reunión semanal en un luminoso recinto, decorado con trofeos y cuadros, tanto de los competidores nacionales más renombrados, como de los historiales de las pruebas ciclísticas que engrandecieron a este deporte.
Mantuvimos un breve diálogo con los dirigentes y acto seguido, nos alejamos unos metros junto al presidente Oscar López, a fines de realizar el reportaje en un costado de la sala.
“Este es un club atípico, el más antiguo de esta Ciudad dedicado al ciclismo”, relata quien ejerce la presidencia desde 1988, con un breve paréntesis entre 1999 y 2001.
López nos habla del libro que minutos después, nos obsequiará. Es el libro que se publicó para los cien años del club, una impresionante obra de casi 500 páginas, que puntualiza en su inicio, el objetivo de la fundación del Club Ciclista Nacional (la última palabra cambiaría por Nación) descripto en la primera acta de su historia: practicar y fomentar entre sus asociados el Deporte del Ciclismo…” Es exactamente la misma escencia que prevalece un siglo después.
El libro consiste en una minuciosa recopilación de todas las actas desde su fundación, trabajo que se tomaron Emilio Guindón y el propio Oscar López. que pacientemente nos explica que la función principal del club es la de organizar competencias y eventos. “Una de las pruebas más antiguas es la Clásica del Oeste, alguna vez llamada Doble Mercedes, Doble Chivilcoy y desde hace 60 años, Doble Bragado. Parte desde Buenos Aires y regresa al mismo punto. Ya lleva 82 ediciones”, cuenta Oscar.
Echamos un vistazo al libro. En el Acta Nº 2, aparece, tras los nombres de la primera CD, la primera salida en bicicleta. Fue el 29 de abril, a 9 días de la fundación: una excusión desde Plaza Congreso hasta San Justo. El 6 de mayo, fue la segunda: entre Plaza Miserere y Olivos; el tercer evento (23 de Mayo), ya es la primera competencia: el campeonato argentino de menores, un recorrido de 45 km con salida en Recoleta y llegada al Club Hípico de Palermo, con destino intermedio en San Fernando.
Lo próxima competencia tuvo lugar en Octubre, siendo la primera edición del famoso “Criterium de Apertura”, histórica prueba de ruta que se sigue corriendo hasta nuestros días y que va por su temporada 95.
“Como decía, por estar en plena ciudad, Ciclista es un club bastante atípico. Estas son sus únicas instalaciones y las utilizamos para la organización de los eventos”, señala Oscar.
Una parte importante de los ingresos de la institución, provienen del cartel de publicidad ubicado en la terraza, y el alquiler que paga mensualmente la gomería de la planta baja, que pertenece a la propiedad que el club adquirió en 1955. “Nunca habíamos tenido una sede que fuera nuestra, tuvimos tres caasas pero siempre alquilamos”, indica el presidente. En la contratapa del libro, se aprecia la foto del inmueble y los detalles de su compra: costó 82 mil pesos “de los cuales 32 mil fueron abonados por el club y el resto fue prestado por el señor Cosma Saavedra”, uno de los socios de Ciclista, a quien más adelante se le devolvió el dinero.
Otro ingreso es la licencia de 750 por año que pagan los socios. Sólo un porcentaje va para la institución, y la Federación Ciclista también recibe su parte. El CCN está filiado a la Asociación Ciclista Metrpolitana, que a su vez, está dentro de un órgano que rige el deporte a nivel nacional. Allí es dónde hay que gestionar la licencia para competir.
Inocentemente, le preguntamos a Oscar si él compite. Y tomamos conciencia de nuestra ignorancia cuando responde con un no rotundo: “Yo alguna vez fui un mediocre ciclista, después me aboqué a la dirigencia y organización”, agrega, sin perder el buen humor. “Algunos de la Comisión todavía siguen pedaleando y yo también, pero sólo como aficionado”.
Oscar da más datos que sorprenden. Por ejemplo, que sólo un miembro de la Comisión Directiva actual es el barrio. Lo demás llegan desde lugares tan lejanos como distantes entre sí: “Hay un dirigente de Berazategui, otro de La Plata, otro de General Rodríguez, yo soy de Lanús…”
López continúa enriqueciéndonos con detalles hasta ahora desconocidos. “Acá se peleó para que la bicicleta fuera incluida en la ley de tránsito -dice-. Antes estaba prohibida la tracción a sangre en ciudad. Si bien no se prohibía andar en bicicleta, tampoco un ciclista tenía derechos en caso de accidente callejero. Además, en plena dictadura se trabajó para que se pusieran ciclovías”. Esa lucha, aunque muchos años después, se vio cristalizada en una Buenos Aires repleta de bicisendas.
El presidente hace referencia a detalles de las competieciones más tradicionales del deporte:”La Doble Bragado ya no va y vuelve exclusivamente a esa localidad. Eso fue sólo al principio. Actualmente, el recorrido arranca en el nuevo circuito KDT y sigue por Caseros, San Andrés de Giles y Mercedes, donde finaliza la primera etapa. En la segunda etapa, la carrera sigue en Suipacha, Rivas y Chivilcoy. En la tercera, Chacabuco, Salto, Rojas, Pergamino. En la cuarta, Junín, Los Toldos, 9 de Julio y Bragado. Finalmente, la vuelta a Buenos Aires, en un trayecto que incluye sábado y domingo y une 1200 km en ocho etapas”.
En relación a la conformación de los equipos, explica que una comisión técnica evalúa las posibilidades de los inscriptos y los reagrupa. En la última carrera hubo 112 ciclistas locales y del exterior, que se dividieron en 18 equipos de 6 participantes cada uno.
López, aclara que, lamentablemente, este año hubo menos corredores que de costumbre por las inundaciones que afectan a la Provincia.
Como para que no haya dudas de la jerarquía de CCN, destaca que cualquier ciclista “que haya tenido figuración nacional a lo largo de la historia, ha pasado por acá en algún momento. Este es el club más antiguo, el que organizó los eventos más importantes, como la Vuelta de la República, la prueba Buenos Aires-Rosario, Buenos Aires-Victoria, los Seis días en Bicicleta en el Luna Park y en La Rural…”
El reportaje llega a su fin. Pero antes de que el stop del grabador lo interrumpa, el presidente alcanza a registrar una última frase: “Se procura darle una gan importancia a lo social, organizando carreras para todo tipo de edades y categorías. Dentro de lo posible, sin cobrar incripción porque fomentar el deporte y el ciclismo es la meta que más nos interesa”.
La charla, ahora sí, ha culminado. Es momento de reunir a López con sus pares para que participen de la foto grupal. La Comisión acepta con gusto y todos quedan retratados por el cronista, que cinco minutos más tarde, estará nuevamente en la puerta de calle. Unos metros más allá, lo aguarda pacientemente su fiel bicicleta.
