DEPORTE PORTEÑO

CPD

ANÉCDOTAS EN LA ESCUELA DEL CÍRCULO DE PERIODISTAS DEPORTIVOS

Arrepentido por un vil engaño.

En mi segunda colaboración para la Sólo Fútbol, volvió a tocarme un partido de Fénix. Siete días después de mi estreno en la revista, fui designado para cubrir lo que sería el empate entre el club nacido en el viejo Mercado de Dorrego, y Liniers. Igualaron 1 a 1 en el estadio de Ferrocarril Urquiza, en Villa Lynch, donde Fénix, despojado de su cancha de la villa de Colegiales en 1978, jugaba como local. Se iniciaba así una mini-seguidilla de partidos de Primera D para los cuales realicé la cobertura. Los dos siguientes fueron Fénix-J. J. Urquiza y Ferrocarril Urquiza-Central Ballester.

El 3 de agosto de 1991 debuté en Primera C: Victoriano Arenas 0-Colegiales 0. A partir de esta designación, me tocaron varios encuentros consecutivos de la misma divisional: Colegiales 0-Defensores de Belgrano 0; Defensores 2-Midland 0; San Telmo 0-Comunicaciones 1. Hubo otro cruce de Primera D (San Martín de Burzaco 1-Liniers 2) y proseguí en la C con Colegiales 2-Tristán Suárez 0 y San Telmo 0-Excursionistas 0. Por primera vez, me designaban para cubrir a Excursionistas, momento que viví con gran emoción. A la semana siguiente, me tocó ir a Excursio-Colegiales. Sin embargo, un conflicto con la policía provocó que el evento se suspendiera cuando todos los protagonistas estaban ya en el estadio. De modo que luego de recoger la información, volví a mi casa, escribí la nota y la llevé a la revista. La crónica fue publicada casi sin diferencias a como yo la había redactado.

Se sucedieron las semanas y los partidos. Para el 23 de noviembre me esperaba una sorpresa: me habían designado para hacer mi presentación en Primera B (es decir, un escalón más arriba), con El Porvenir-Ituzaingó. Sin embargo, yo tenía otros planes. En el estadio Monumental, para esa misma tarde estaba programado Defensores-Excursionistas. El club de mis amores jugaría el clásico del Bajo Belgrano, ¡y en cancha de River! En los días previos había calculado que podía presentarse la disyuntiva “trabajo versus placer”. Por eso, consulté en la redacción si era posible que me dieran este partido (creo que sin revelar mis sentimiento por Excursio), pero como la respuesta fue negativa, me vi obligado a tomar una incómoda decisión. ¿Núñez o Gerli? Y hallé esta “solución”: fui al Monumental pero sin renunciar a mi designación. Para esto, le pedí a un compañero del Círculo que cubriera por mí el partido en El Porvenir. Después me pasaría la información y yo, a su vez, llamaría a la revista, como si efectivamente, hubiera estado en Gerli. Así lo hicimos. Pero había algo más: antes de que se jugara la fecha, por primera vez, me pidieron que hiciera reportajes en los vestuarios, porque querían “ver cómo escribís”. Como esto no era urgente, en la semana posterior, inventé la nota, la escribí a máquina y la llevé a la redacción.

Este operativo que a su tiempo vi como una hazaña, y que entre mis conocidos no tenía empacho en relatar con orgullo, hoy lo recuerdo con mucha vergüenza. Una mentira “inocente”, tan naturalizada según la perspectiva del mundo actual, que en realidad consistía en un vil y repudiable engaño. Pero como si la Justicia hubiera jugado su carta irrevocable, a partir de esa mala decisión se desarrollaría un desenlace inesperado… No sé si alguien habrá sospechado de mi ardid –entiendo que no-, pero lo cierto es que nunca más tuve novedades del supuesto reportaje, ni tampoco volví a ser designado para un partido de la B. Y después de algunas colaboraciones en las dos categorías más chicas, mi paso por la Sólo Fútbol se encontró con su punto final.

Leave a Reply