PORTEÑOS PSICOANALIZADOS

IMG-20210715-WA0008

Una tarde de sol, Pablo se sentó frente al teclado. Desde una ventana de su casa observó el cielo, que presentaba un azul totalmente desprovisto de manchas. Las nubes habían desaparecido, luego de que por tres o cuatro días, Buenos Aires estuviera encapotada y, una débil llovizna atravesara la Ciudad en ciertos momentos. Su ventana daba a una calle bastante transitada. Por unos segundos, el rugido de los motores de los colectivos se impuso por sobre los demás sonidos.

Por aquellos instantes, Pablo depositó su mirada en una de sus notas. Comenzaba de esta manera: “Hace aproximadamente diez años, atravesaba un mal momento personal. Agobiado por miedos que a cualquiera le podrían llegar a parecer ridículos, mi vida iba en dirección equivocada, mientras grandes preguntas existenciales me acosaban: ¿Qué es el ser humano? ¿Dios existe? ¿Para qué estamos en esta tierra? ¿Qué hay después de la muerte?”. El angustioso cariz del inicio del texto, contrastaba con la alegría que Pablo sintió cuando, partiendo de aquel mal momento como disparador, halló una profunda y sorprendente paz espiritual (http://bacn.com.ar/portenos-psicoanalizados-35/).

Sin embargo, a Pablo le pareció que aquel relato había quedado inconcluso y procuró darle continuidad, mediante una segunda parte que llevaba este título: “No ilusionarnos con soluciones mágicas”. Luego de echar otro vistazo por la ventana, puso manos a la obra, añadiendo estas líneas:

Cuando tuve aquella experiencia sobrenatural que me dio paz luego de haber estado sumido en el pánico, al día siguiente, muchas cosas volvieron a ser como antes. Es decir, que el miedo regresó. Supe entonces que Dios no me había entregado una solución mágica, y que debería volver a lidiar con mis debilidades. No obstante, decidí no desechar la experiencia que había tenido la tarde anterior, y embarcarme en el desafío de vivir una nueva vida, o al menos intentarlo.

Pero, ¿por qué había vuelto ese miedo que yo quería eliminar? ¿Acaso Yeshúa (Jesús) no quería ayudarme? Eran más y más preguntas, las que se me aparecían en un renovado momento de mi vida. De a poco, a medida que desandaba el nuevo camino, iba comprendiendo que por lo general, el Señor no va a darnos de inmediato todo lo que deseamos (por otra parte, nadie mejor que Él sabe si lo que deseamos, es realmente lo que nos conviene). Lo que Dios quiere es que lo pongamos por sobre todas las cosas, que lo busquemos como a un padre al que amamos, y no para que nos solucione rápidamente un problema. Aunque si así lo hiciéramos, cuando le demos realmente el sitial en el que debe estar en nuestra vida, también eso que tanto deseamos, es probable que Él nos lo conceda, si considera que es lo mejor para nosotros. 

Un sustento bíblico: (Dijo Yeshúa) Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Mateo 6:33.

Leave a Reply