El boom que el Patín tiene en los clubes de barrio no es nuevo. Pero da la impresión de que cada año, se intensifica la fuerza que ejerce esta actividad, especialmente, entre nenas y adolescentes. Con el objetivo de corroborarlo, entrevistamos a profesoras que dan clases en tres entidades barriales de Villa Ortúzar, Villa Urquiza y Colegiales respectivamente.
PENACHO AZUL
En Tamborini entre Altolaguirre y Burela, Círculo Penacho Azul muestra con orgullo el crecimiento que ha experimentado en los últimos años, luego de un período menos floreciente tras el cual las nuevas autoridades renovaron el espíritu social y deportivo.
Una de las actividades cuyo progreso ha sido muy marcado, es el Patín, que de la mano de Micaela, suma cada vez más adeptos.
«Llegamos al club por intermedio Ariana Quaglia -cuenta la profesora-. Hace 10 años ella vino sola, por recomendación de una mamá de una compañera de patín que vive por la zona, Sandra. Habló con Norma y Martínez, y fue él mismo quien le dio este lugar en el club. Años después me sumaron a mí a darle clases a las más chicas e intermedias. De a poco fuimos creciendo y el día que Ariana se retiró de su rol de profesora y coordinadora, me dejó a mí a cargo de la disciplina. Actualmente estoy al frente, con un grupo muy nuevo. A paso de bebé vamos creciendo… Volvieron compañeras y se sumaron chicas con muchas ganas de darlo todo, realmente es un orgullo lo que ellas hacen todos los días».
«Si tengo que decir cómo veo a Penacho… A ver, ¡lo vi de todas las formas! Lo vi en crisis, lo vi hermoso y hoy en día con el cambio de la Comisión, y por supuesto de la mano de Mario, Norma y Martínez, lo veo como un lugar hermoso. ¡Penacho es mi casa! Y la de todas las chicas del club o de todos los niños que son parte de el. Es el lugar mágico donde me crié, siempre sentí orgullo de formar parte de el».
JUVENTUD DE BELGRANO
Pese a que su nombre indica un barrio, el Juventud está en otro. Es que cuando fue creado, en los años Cuarenta, Virrey Avilés entre Conde y Freire, pertenecía a Belgrano. Más adelante, el cambio de límites que la Capital Federal dispuso sobre varias de sus zonas, lo dejó claramente adentro de Colegiales.
Nueve años atrás allí desembarcó Laura. «De a poco hemos ido progresando -expresó-. Más que nada fue gracias a un boca a boca, ya que casi no se hizo publicidad. Pero se ve que cuando las cosas se hacen con pasión y seriedad, el esfuerzo da sus frutos».
Con la única ayuda de su colaboradora Mariana Romero, Laura se las arregla muy bien para llevar adelante una actividad cuyas edades están comprendidas en un amplio abanico: «Acá vienen nenas desde los tres años y hasta tenemos un grupo de adultos, con gente de más de 40. Nos arreglamos bárbaro, distribuyéndolas en grupos que concurren los martes y los jueves desde temprano por la tarde hasta la noche».
Una curiosidad, es que hasta la hija y las nietas de Hugo Guadalupe, el presidente de Juventud, participan de la disciplina. «Así es -confirma Laura-. Vienen Paula, que está en la categoría adultos, y las nenas, Morena y Milagros. Y parece que a todas les gusta mucho esto».
A la par de la recreación que implica la actividad, también se compite en forma federada y no federada, tanto en torneos metropolitanos como en nacionales. En algunas categorías, Juventud posee destacadas deportistas, como el caso de Belén Antonoglou, que es campeona argentina en la especialidad danza.
Laura cuenta que el boom del Patín en Juventud ha sido tan grande, que lamentablemente no es tan sencillo seguir inscribiendo alumnas. «La idea no es sumar por sumar, sino que preferimos trabajar con comodidad y brindarle a las chicas la mejor atención. Por eso, debimos agregar una lista de espera y pedirles a las mamás y sus hijas que tengan paciencia».
A criterio de la profe, una de las causas que contribuyeron al crecimiento del Patín en Juventud, tiene que ver con los festivales de cada fin de año. «Son shows para toda la familia. Hacemos dos funciones y siempre se llena. La verdad que esos eventos han hecho furor. Después, nos llueven solicitudes para ingresar».
DEFENSORES DE CHACARITA
En la institución de la avenida Elcano entre Charlone y Fraga (que en realidad pertenece a Villa Ortúzar al estar de la vereda de enfrente a la que su nombre indica) esta actividad es relativamente nueva. Sólo dos años hace que el Patín se instaló gracias al arribo de Sofía, quien como alumna arrancó en Juventud de Belgrano y al tiempo se animó a emprender su propio camino.
«Comenzamos a mediados de 2014 -contó Sofía-. Yo buscaba un lugar para armar un lindo proyecto; busqué clubes en la zona, llevé propuestas y mi currículum. En Defensores me lo recibió Fernando (el propietario del buffet) y a la semana me llamó por teléfono Silvia (la presidente) para concretar una reunión».
Muy pronto el proyecto se cristalizó y Sofía, progresivamente, fue alcanzando un muy buen número de alumnas. «Antes de Defensores, di clases desde los 13-14 años en el Juventud de Belgrano, ayudando a Laura con las nenas más chiquitas. En Juventud me crié, desde los 10 años iba a ese club; les agradezco muchas cosas a esta institución vecina. Además, hoy en día, estoy dando clases en el colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús».
«Estas primeras temporadas en Defensores fueron muy buenas, con respecto a las chicas que vienen hace un tiempo se nota el avance. El año pasado tuvimos experiencias de torneos amistosos y eso me pone muy contenta. Este año seguiremos compitiendo y avanzando cada día más. Patinar es lo más próximo que podemos sentir a volar. Este deporte es una mezcla de brillos, técnica, diversión, sonrisas y amigos».
«¿Expectativas? Me gustaría aumentar la cantidad de patinadoras para continuar la actividad de competencia. A fin de año hacer una muestra/show donde las chicas se diviertan mostrándoles a sus familiares los avances del año y que cada día las avancen y se diviertan un poquito más».
