MARADONA, EL DE LA PATERNAL.
Diego y sus compañeros de Argentinos Júniors.
Iglesias, Roberto Héctor.
Argentinos (Nacional 1977)/Defensor.
Compartió equipo con Diego: 4 partidos. En todos los encuentros fue titular y jugó el tiempo completo (además tuvo otras dos presencias, donde también actuó los 90’ reglamentarios). Segundo marcador central, en el primero de estos partidos tuvo como pareja en la zaga a Gette, y en los tres restantes, a Lizondo, quien también fue su compañero las dos veces que no estuvo el Diez. En relación a dicha serie de 4, el equipo de D’Accorso ganó los 2 que se disputaron en La Paternal (2-1 a Ledesma de Jujuy y 4-1 a Unión), perdiendo en ambos compromisos de visitante (0-2 con Belgrano y 2-3 ante Ledesma).
Sobre su trayectoria: se inició en las inferiores de Boca pero en la primera boquense sólo jugó algunos amistosos e integró el banco de suplentes, entre 1973 y 1974. A continuación actuó un par de temporadas en el fútbol español. En su regreso al país, lo contrató Argentinos, donde totalizó 6 presencias.
Un dato de color: en 2 de estos 4 cotejos, Diego no la pasó bien. Frente a Belgrano, recibió la primera expulsión de su carrera (Eduardo Melidoni le mostró la tarjeta roja por darle una patada a un adversario y el local ganó 2 a 0). Contra Unión, Maradona desvió un penal (enfrente estaba Nery Pumpido). Sin embargo, en esta ocasión los Bichitos terminaron celebrando, ya que golearon 4 a 1, con un gol de Diego, incluido.
Magallanes, Pedro Remigio.
Argentinos (Nacional 1980)/Delantero/Nació el 14 de junio de 1956, en Resistencia (Chaco).
Compartió equipo con Diego: 6 partidos. Recaló en la AAAJ para el último torneo de los que disputó Pelusa con esa casaca. A su vez, en la misma operación Giusti y Petti ficharon para Independiente. Puntero rápido y con llegada al gol, Magallanes anotó el último tanto de Argentinos con el Diez en cancha, el 23 de noviembre de 1980 (triunfo por 2 a 1 sobre Platense, en La Paternal).
Sobre su trayectoria: de inferiores en Independiente, debutó en primera en 1974. En el Nacional 78 fue campeón del Metropolitano. Tras el Metro 80 lo adquirió Argentinos, entidad para la cual jugó 40 partidos y señaló 11 goles. A continuación su derrotero lo llevó por Rosario Central, Loma Negra de Olavarría, Racing y Talleres de Córdoba. En 1987 se despidió del fútbol local y se incorporó al San Diego, de Estados Unidos. Pasó luego por Vancouver 86ers (Canadá), Fort Louderdale Strickers (Estados Unidos) y Hamilton Steelers (Canadá). Finalizada su carrera, fue DT de los Strickers y manager del Miami Fusion. Ya dejando atrás su actividad futbolística, dicha ciudad de USA, fue la que escogió para radicarse. Mientras estaba en Loma Negra fue convocado por Carlos Bilardo para la Selección, pero a causa de una lesión, no logró vestir la casaca nacional.
Un dato de color: “Siempre digo que aquella fue la mejor época de Diego, porque gambeteaba a la cantidad de rivales que se le ocurriese y por eso llenábamos cualquier cancha, ya que lo iban a ver hinchas de todos los clubes. Lo primero que me llamó la atención fue verlo en las prácticas con los botines desatados, cosa que hasta el día de hoy es un misterio para mí. Hicimos giras por Colombia, México, Estados Unidos por el imán que generaba un pibe que jugaba como en el potrero. Él no la perdía nunca, porque cuando no se la podían sacar, le hacían una falta y la pelota siempre era nuestra. Teníamos equipo para ser campeones en el Nacional del ‘80, pero el genio se fue a la Selección y era irremplazable”, declaró en una entrevista para Infobae. En la misma nota contó una anécdota. “Una tarde de febrero del ‘81 estábamos en la habitación del hotel Iruña de Mar del Plata esperando porque esa noche enfrentábamos a la selección de Hungría por el torneo de verano y de pronto ingresó Jorge Cyterszpiler, que era su representante, para confirmarle que se había hecho el pase a Boca. Diego tenía una felicidad inmensa y empezamos con abrazos, gritos y festejos, porque también estaban el Negro Carrizo y Tabita García. Para festejar se le ocurrió que nos fuéramos a meter en el mar, con el detalle de que era un día nublado y frío, con unos 10 grados más o menos. Nos quedamos dos segundos en el agua porque nos congelábamos (risas)”. Diego firmó para Boca pero Magallanes permaneció en el club y su aporte fue importante para que el Bicho conservara la categoría, en 1981. En la última fecha del Metro, ante San Lorenzo, Glaría le cometió el penal que derivó en el gol de Carlos Salinas. Con el 1-0, descendió el Ciclón. En el post-partido se vio cómo Magallanes festejaba la victoria con una cruz hecha con cinta adhesiva, pegada a su torso desnudo. “… por eso quiero tanto esa foto que nos sacaron junto al Loco (Salinas) y Puchero Varacka, que era el técnico, donde se me ve con una cruz de cinta en el pecho, porque soy muy creyente”, le comentó a Infobae.
Foto: Magallanes, en Independiente (soydelrojo.com).