
Una clínica que operaba de forma ilegal y sin habilitación sanitaria en el Barrio 31 –Retiro- fue desmantelada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Según informó la fuerza porteña, el centro de atención funcionaba como consultorio médico sin autorización oficial y recibía a personas presuntamente involucradas en actividades delictivas. En el lugar se hallaron insumos vencidos, recetas falsificadas y documentación apócrifa, lo que derivó en la imputación penal de los dos profesionales que estaban a cargo.
La intervención se dio en el marco de una causa por ejercicio ilegal de la medicina, falsificación de documentos públicos y tenencia indebida de medicamentos. El procedimiento fue llevado a cabo por personal de la División Investigaciones Especiales en un inmueble ubicado sobre la calle Sara Beatriz Fernández al 400, dentro del mencionado barrio.
Además de la Policía, participaron del operativo brigadas de Delitos Complejos, efectivos tácticos de las unidades DOU y DUTP 1, personal del Ministerio de Salud de la Nación, inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC) y agentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), quienes dispusieron la clausura administrativa inmediata del lugar.
De acuerdo al comunicado de la Policía de CABA, que también proporcionó fotos del operativo –una de las cuales ilustra esta nota-, durante la inspección se identificó a dos personas que se presentaban como médicos: un hombre de 58 años y una mujer. Ambos fueron imputados por infracción al artículo 204 del Código Penal, que sanciona conductas que pueden facilitar la propagación de enfermedades, por violar la Ley 17.132, que regula el ejercicio profesional de la medicina, y por incumplimientos a la Ley 16.463, vinculada al manejo de productos medicinales. Tras las actuaciones judiciales, se resolvió que los acusados recuperaran la libertad en el lugar.
Mediante el comunicado se dio a conocer una lista de los elementos hallados en la clínica de Retiro. En el interior del consultorio se encontraron camillas, estetoscopios, termómetros, un ecógrafo, nebulizadores y un sistema de control de glucemia, todos elementos que confirmaban la existencia de un espacio de atención sanitaria no habilitado. También se incautaron fármacos vencidos, recetas médicas adulteradas con sellos falsificados del Hospital Fernández, y certificados médicos firmados con la identidad de un profesional ajeno al establecimiento, cuyo nombre y sello habían sido utilizados sin consentimiento.
Indicaron fuentes policiales, que los investigadores también sospechan que este lugar podría ser la continuidad de otro centro clandestino que fue allanado y cerrado en julio de 2024. En ese procedimiento anterior se descubrió que allí se atendía a personas con heridas de bala y que en el lugar había un arma de fuego, lo que generó gran repercusión pública. Ahora se investiga si la actividad ilegal fue trasladada a la nueva dirección tras esa clausura.
Uno de los aspectos más graves del caso es que “uno de los médicos imputados emitía recetas y certificados médicos utilizando el sello y la firma falsificada de un colega sin su consentimiento”, precisó el comunicado, el cual cerró con la siguiente información referida a quienes intervienen en la causa: la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 15, a cargo del Dr. Federico Tropea y el juzgado 26 de ese fuero, a cargo del Dr. Nicolás Repetto.