Anécdotas del fútbol de Buenos Aires.
TRES HERMANOS Y UN CRUCE EN SUIZA.
Primero, llegó Gabriel Humberto a la primera de Racing. Potente wing izquierdo, en el ’79 se consagró campeón mundial juvenil en Japón (también intervendría en los mundiales ’82 y ’90 de mayores). Más adelante, previo paso por Independiente, Gabriel haría una importante carrera en el exterior. Luego, jugó en la primera de la Academia su hermano Gustavo Norberto -también delantero- quien se había destacado en el torneo juvenil Proyección ’86, siendo pronto promovido al plantel superior. Su participación en la máxima categoría racinguista se limitó al torneo de la B de 1984. Finalmente, un tercer hermano, Ismael Santiago, también actuó a nivel profesional. Al igual que los dos mayores jugaba de delantero pero a diferencia de ellos, llegó hasta la reserva de River. Después, en el Nacional B defendió los colores de Atlético Tucumán (1990/91) e Ituzaingó (1992/93), antes de enrolarse en el ascenso suizo, donde militó en el Saviese. En Suiza –por la copa de dicho país europeo- se cruzó futbolísticamente con Gabriel Humberto, cuando éste vestía la casaca del Sion. En el choque de hermanos prevaleció Gabriel Humberto, ya que se dio la lógica y el equipo de la divisional superior, eliminó al Saviese de Ismael Santiago.
UN RÉCORD Y UNA BREVE ACTUACIÓN.
Hugo Orlando Gatti posee el récord de presencias en el fútbol argentino. Detrás de Roberto Mouzo, es además el segundo futbolista con más partidos jugados en Boca: 417. Uno de los hijos del espectacular arquero xeneize, Lucas Cassius, también se dio el gusto de vestir oficialmente la casaca auriazul. Pero a diferencia del Loco, su hijo, que jugaba como volante ofensivo, únicamente registra un solitario cotejo por los puntos en la entidad de La Ribera. En rigor, fue sólo un minuto oficial, ya que ingresó por Gustavo Barros Schelotto a los 44’ del segundo tiempo en el encuentro que el elenco que dirigía Carlos Bianchi, perdió 3-1 con Palmeiras, en Brasil, por la Copa Mercosur. Esto ocurrió el 29 de octubre de 1998, apenas diez años después de que su padre, con 44 años, disputara su último partido en Boca (0-1 frente a Armenio, en la temporada 1988/89). Lucas venía de las inferiores de Argentinos Júniors y también había debutado en la primera de los Bichitos, aunque enseguida Boca lo incorporó a sus filas. Luego de su fugaz actuación en la entidad xeneize, prosiguió su campaña en el exterior.
LO DIRIGIÓ EL HERMANO Y DIRIGE AL HIJO.
Entre José Tiburcio Serrizuela (categoría ‘62) y su hermano Juan José (clase ’77) hay casi 15 años de diferencia. Ambos tuvieron una extensa carrera –con la posición de defensor como común denominador- y su vínculo con el fútbol se prolongó cuando incursionaron en la dirección técnica. Para el Tiburón, su primer club fue Los Andes y allí también se retiró. Juan José, empezó en Lanús y colgó los botines en Berazategui. Los Serrizuela no llegaron a jugar juntos pero, cumpliendo diferentes funciones, se encontraron en el último tramo de la trayectoria del hermano menor. En la temporada 2010/2011 de Primera C, Berazategui tuvo a Juan José como integrante del plantel, mientras José Tiburcio era el entrenador del equipo. La historia no terminó aquí. Al caso, hay que añadirle un miembro más de la familia. Y por cierto, muy cercano: en la temporada 2025 de la B Metropolitana a Juan José –ya como director técnico- le tocó dirigir a su hijo Juan Pablo (categoría 2001), en Acassuso. A diferencia del padre y el tío, el menor de la parentela se desempeña como volante.
Foto: José Tiburcio con la camiseta de Independiente, Juan José con la de Lanús (IG familiaroja1905).