Anécdotas del fútbol de Buenos Aires.
PERAZZO, UN CASO.
Walter Perazzo, destacado centrodelantero del fútbol argentino, brilló en la década del ’80 en San Lorenzo, especialmente. También Estudiantes de La Plata, Boca y Argentinos Júniors lo tuvieron en sus filas en la Primera del fútbol argentino. Mientras Walter Osvaldo, que era clase 1962, cosechaba grandes aplausos en el Ciclón, su hermano Sergio Adrián –un volante categoría ‘64- aparecía incipientemente en el plantel azulgrana, pero no llegó a debutar en el primer equipo. Sergio llegó a San Lorenzo desde Platense, donde sí jugó un único encuentro oficial –frente a Ramón Santamaría de Tandil en el Nacional ‘85-, cuando le tocó entrar por Felipe Bellini, promediando el segundo tiempo.
PERAZZO PADRE.
Alberto (Tito), el padre de Walter y Sergio también fue futbolista profesional: en la posición de entreala derecho, jugó en San Lorenzo y Argentinos Júniors entre 1955 y 1958. Luego emigró al fútbol colombiano. En Colombia, precisamente, nació Walter, quien para actuar para la Selección albiceleste debió nacionalizarse. El nacimiento de Sergio, en tanto, se produjo en la Argentina.
Y MÁS FAMILIARES…
El apellido Perazzo no se limita a los tres jugadores mencionados. Hay un tercer hijo de Tito, llamado Orlando, que también integró el plantel superior de San Lorenzo a mediados de los ’80. Era marcador de punta pero no llegó a debutar en primera. Además, Mariano Perazzo representó al Ciclón en el amateurismo (década del ’10). Se trata del tío abuelo de Tito.
PICO AL ATAQUE.
La reconocida trayectoria de Walter Reinaldo Pico coincidió con un paso mucho más discreto de su hermano Gustavo Ariel por el fútbol de AFA. El atacante de Boca y Vélez (y luego de varios equipos del exterior) sobresalía en los primeros planos del deporte local, cuando su hermano, a principios de la década del 90’, defendía los colores de Centro Español, en la Primera D. Apenas existía un año de diferencia entre ambos: Walter, nació en el ’69; Gustavo, en el ’70. Coincidieron también en la posición, ya que Gustavo era hombre de punta, lo mismo que Walter, en sus inicios en Boca.
MAYOR QUE EL PIPA.
A propósito de la amplia diferencia de categorías, una situación muy similar protagonizaron los hermanos Gancedo, también en los comienzos de la década del ’90. Leonel Fernando, paseaba su jerarquía como volante central de Argentinos Júniors y la Selección Nacional. El Pipa había nacido en el ’71. Entretanto, su hermano mayor -categoría ’69-, Gabriel Gustavo, vestía la casaca del Deportivo Paraguayo en Primera C. Gabriel procedía de Defensores de Belgrano –donde no llegó a debutar- y se desempeñaba como defensor. Más adelante jugó en otros clubes de la C, Claypole y Liniers.
SALINAS ENFRENTADOS.
A Carlos Horacio Salinas lo apodaban el Loco. Temperamental volante ofensivo, salió campeón del mundo con Boca, aunque en AFA, sus inicios fueron en River. Llegado del interior, el tucumano recaló en dicha institución en 1974. En el Nacional ‘75 el equipo que dirigía Ángel Labruna empató 2 a 2 con Gimnasia de Jujuy, como visitante. El lateral derecho del elenco jujeño era Domingo Ricardo Salinas, el hermano mayor del Loco, quien ese día ingresó por Oscar Mas al promediar el segundo tiempo. Ricardo Domingo participó de varios Nacionales actuando para el Lobo jujeño. También lo hizo en otros dos clubes de la provincia, Atlético Ledesma y Altos Hornos Zapla.
Foto: Orlando y Alberto “Tito” Perazzo (mundozulgrana.com.ar).