
¿A quién le agrada ir al dentista? Por lo general, alguien que acude a un consultorio odontológico lo hace en una situación límite. A continuación, la persona se pone en manos del profesional escogido, con el objetivo de que este solucione el desarreglo en su salud bucal. En función de estas circunstancias, la confianza para con el dentista debería ser total. Pero ¿qué ocurre cuándo tampoco en los odontólogos es posible confiar en un cien por ciento?
Esta introducción está estrechamente conectada a una información alusiva a la clausura de tres consultorios odontológicos de CABA. Todos, en jurisdicción del barrio de Constitución. En los allanamientos producidos, la Policía descubrió que carecían de la habilitación correspondiente. La noticia la proporcionó la fuerza porteña, mediante un comunicado que señaló que además, uno de los encargados de los consultorios, “fue detenido y se secuestraron medicamentos vencidos, instrumental clínico y materiales quirúrgicos”.
En el comunicado se brindaron precisiones acerca de cómo se detectaron las irregularidades: “Los operativos se realizaron a partir de un trabajo llevado adelante por la Sección Relevamiento en Investigaciones Complejas, luego de que autoridades del Ministerio de Salud de la Nación denunciaran un crecimiento de consultorios irregulares en territorio porteño. A través de tareas de ciberprevención y controles de campo, los investigadores detectaron tres locales sospechados de carecer las autorizaciones correspondientes”.
En el próximo paso se dieron las órdenes para ingresar a los establecimientos: “La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°35 especializada en Investigaciones Complejas, a cargo de la Dra. Celsa Ramírez, ordenó inspecciones integrales en simultáneo en dos consultorios del barrio Constitución en los que participaron también la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el Ministerio de Salud de la Nación y la Dirección Nacional de Migraciones”, precisó el informe, para luego especificar lo que se secuestró en los consultorios: “Al requerirse información a la autoridad sanitaria correspondiente, se confirmó que ninguno de los tres consultorios contaba con habilitación vigente. Como resultado, los tres lugares fueron clausurados y se incautó una gran cantidad de insumos, entre ellos: seis sillones odontológicos, más de 60 herramientas (pinzas, jeringas, espejos, bisturíes), 152 medicamentos vencidos, 35 paquetes de gasas, 1 paquete de 25 barbijos, 18 delantales tipo ambo, 22 paños quirúrgicos, 191 guantes quirúrgicos y otros elementos utilizados en prácticas médicas”.
Si bien no se detalló la ubicación de los centros odontológicos, de lo informado se desprende que los tres tenían a un mismo responsable a cargo. Dicha persona resultó detenida.
En el comunicado se dieron a conocer datos de más gente que trabajaba en los sitios clausurados. “El responsable de las clínicas dentales, de profesión odontólogo, fue detenido luego de hallarse medicamentos vencidos abiertos y listos para ser usados. Además, fueron identificados cinco empleados que trabajaban en los consultorios: dos asistentes odontológicos (ambos de nacionalidad peruana) y tres odontólogos (dos de nacionalidad argentina y la restante venezolana)”.
El comunicado concluyó haciendo referencia a que los centros médicos inspeccionados “quedaron clausurados con fajas del Ministerio de Salud y se labraron actas en la causa caratulada como infracción a la Ley Nacional de Salud”.
Foto: el material secuestrado en Constitución (Policía de la Ciudad).