
En los últimos días se registraron dos operativos policiales que, aunque muy distintos entre sí, comparten una particular coincidencia: ambos ocurrieron en barrios vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, separados por unas 70 cuadras, y concluyeron con resultados positivos. En ambos casos, así lo hizo saber la Policía de la Ciudad, mediante sendos comunicados.
En Mataderos
El primero de los casos comenzó en el barrio de La Carbonilla, en Paternal, cuando agentes de la Comisaría Vecinal 15 A realizaban un patrullaje de rutina. Allí observaron a un hombre que salía del asentamiento con un morral que llevaba apretado contra el pecho. El sujeto abordó una camioneta Chevrolet Tracker, lo que despertó la sospecha de los efectivos debido a que la patente no podía leerse con claridad.
Al ordenar la detención del vehículo, el conductor frenó y el pasajero intentó huir, descartando el bolso. Sin embargo, fue reducido a pocos metros. Ante testigos, los oficiales abrieron el morral y se toparon con una amplia variedad de estupefacientes: 226,8 gramos de hongos alucinógenos, 20,3 gramos de la llamada “cocaína rosa” o tusi, 50 gramos de marihuana, 34 gramos de gomitas con THC, 22,7 gramos de MDMA y pequeñas dosis de LSD.
El conductor, que trabajaba como chofer de aplicación y había realizado el viaje como un trayecto más de la rutina, fue desvinculado del hecho por orden de la fiscalía, que además dispuso el secuestro de la droga y del teléfono celular del detenido. La investigación quedó en manos del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N.º 12, a cargo del juez Juan Manuel Neumann, quien autorizó un allanamiento en la vivienda del sospechoso.
La diligencia, llevada adelante por la División de Investigaciones Comunales 15, permitió hallar un sofisticado laboratorio oculto detrás de una puerta falsa en una casa tipo PH de la calle Cafayate al 1900, en Mataderos. Allí se encontraron incubadoras plásticas, cajas de invernadero, procesadoras, batidoras, agujas, jeringas, frascos con anabólicos y hongos, bolsas con restos de tusi, esencias aromáticas, alcohol de cereal, moldes de silicona, anteojos de luz ultravioleta, balanzas y diversos insumos para la elaboración de drogas.
En Villa Soldati
El segundo episodio tuvo como escenario el barrio de Villa Soldati. Allí, detectives de la División Investigaciones Comunales 7 detuvieron a una joven de 26 años acusada de una serie de robos bajo un método repetido: concretaba citas a través de aplicaciones, sedaba a sus víctimas y luego las despojaba de dinero y objetos de valor.
La investigación se inició tras la denuncia de un hombre en Flores, quien relató que, después de un encuentro con la sospechosa en su domicilio, se quedó dormido y al despertar descubrió que le habían robado. A partir de allí, los efectivos analizaron sus movimientos en redes sociales, rastrearon direcciones de IP y confirmaron que residía en un departamento del complejo habitacional de la calle Corrales al 3400.
Con orden judicial, se allanó el lugar y se secuestraron dos blisters de clonazepam y dos teléfonos celulares. La mujer, identificada como “Sofi”, fue imputada y en principio recuperó la libertad. No obstante, las pesquisas prosiguieron y permitieron establecer que estaba implicada en al menos otros seis hechos: dos en 2024 y cuatro en 2025, todos con la misma modalidad.
Frente a esa evidencia, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 39, a cargo del juez Santiago Bignone, ordenó un nuevo allanamiento en la vivienda. En esta segunda oportunidad, la imputada quedó nuevamente detenida.
Foto: parte de los elementos secuestrados en el laboratorio de Mataderos (Policía de la Ciudad).