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MARADONA, EL DE LA BOCA.

Diego y sus compañeros de Boca Júniors.

Córdoba, Carlos Héctor.

Boca (Metropolitano 1981, Nacional 1981)/ Defensor/ Cacho/ Nació el 5 de noviembre de 1958, en Moreno, Provincia de Buenos Aires.

Compartió equipo con Diego: 39 partidos. Junto con Roberto Mouzo, son los dos jugadores que mayor cantidad de veces acompañaron a Maradona en Boca. Típico marcador lateral por izquierda, Cacho estuvo presente en el debut de Diego –en el Metro, con Talleres de Córdoba- así como en su despedida oficial –en el Nacional, con Vélez-. Aquella vez, Córdoba fue el primero de los tres boquenses que expulsó Carlos Espósito. El segundo fue Benítez y el tercero, el propio Diego. Boca ganó 2 a 1 de local, por los cuartos de final del Nacional, pero en la revancha, Vélez lo eliminó del campeonato. Compartieron 28 cotejos en el primero de los torneos y 11 en el segundo.

Sobre su trayectoria: de inferiores en la entidad de La Ribera, debutó en primera en 1978. En 1981 fue campeón del Metropolitano y permaneció hasta 1984, cuando luego del conflicto que derivó en la huelga de los profesionales, emigró a Estados Unidos para actuar en Indoor Soccer. En Boca, totalizó 165 presencias y 7 goles. Entre 1985 y 1986, recaló fugazmente en Huracán y Unión, pero volvió a USA y siguió jugando fútbol rápido en diversos equipos hasta principios de la década del ’90. A continuación se dedicó a la dirección técnica. Trabajó varios años en Estados Unidos hasta que Oscar Ruggeri lo convocó para que fuera su ayudante de campo. Cumplió esa función en Chivas y Tecos (ambos, en México) y en Independiente, al que dirigieron en el Clausura 2003. Después, Cacho regresó a USA, prolongando allí su extensa carrera de formador y entrenador.

Un dato de color: en el famoso 3-0 de Boca a River en La Bombonera, Diego hizo un gol espectacular, desparramando a Tarantini y Fillol por el suelo y empujando la pelota hacia la red. En la acción previa, Córdoba tuvo un mérito mucho menos rutilante, pero indispensable para que el balón le llegara al Diez. “Muchos chicos no conocen mi nombre, pero cuando ven la jugada se dan cuenta de quién soy –rememoró en una entrevista con Infobae.com-. Con la simpleza que definió Diego, nadie se acuerda lo que pasó antes. Fue un partido perfecto para nosotros. Hecho por Diego, en cancha de Boca, contra River… No lo preparé, me salió y tuve la suerte de que no me cortaran por la mitad en el camino. Porque Passarella le había tirado un montón de patadas a Diego ese día. Si me la tiraba a mí, yo quizá no tenía la visión de Diego para saltarlo y me hubiera matado. Zafé de la operación sin anestesia”. ¿Qué hizo? Cerca de su posición de lateral por izquierda, interrumpió un ataque contrario y terminando casi de wing derecho, le cedió el balón a DAM. En el mismo reportaje, lanzó este elogio: “El que conoció a Diego, tuvo la suerte de verlo jugar y compartir con él, sabe que no habrá nadie igual”.

Foto: Carlos “Cacho” Córdoba (cadenaxeneize.com).

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