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HOY: Juan B. Alberdi y Lisandro de la Torre
Un sitio. Una calle. Una plaza. Un punto de Buenos Aires. Igual a tantos. Pero a su vez, distinto a todos. La gente lo transita, pero no lo recorre. Lo atraviesan con la mirada, pero no lo ven. En esta sección, lo describimos.
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Qué dudas caben de que Mataderos es uno de los barrios más populosos de esta ciudad … Sus límites de este lado de la General Paz son Liniers, Parque Avellaneda y Villa Lugano; del lado de Provincia, Lomas del Mirador y Villa Insuperable, puertas de entradas a una enorme La Matanza. La avenida Juan Bautista Alberdi, como camino casi obligado, como histórica vía de salida y entrada entre Capital y conurbano. Y a unas 20 cuadras de la General Paz, la esquina con Lisandro de la Torre, entre tantos cruces con aroma a barrio, es uno de los clásicos de Mataderos.
-Como símbolo de estos tiempos, de las cuatro esquinas, dos están abandonadas y da la impresión de que así es desde hace añares. Una estación de servicio desapareció del mapa y sólo dejó el techo que permite deducir cuál era el rubro. En diagonal, otro ícono del abandono: una gigantesca esquina repleta de locales comerciales en desuso, que se prolonga por Lisandro De la Torre, donde hay al menos una decena de persianas bajas y carcomidas por el óxido del paso del tiempo.
-Un hombre que trabaja en la zona ofrece data: esta propiedad que abarca casi media manzana, tiene un mismo dueño, un empresario millonario al que “no le importa nada, porque él igual tiene su plata”. Hasta hace unos veinte años había un bar y los locales contiguos dotaban a la zona de un movimiento comercial que ya no existe. En cambio, las imágenes de decadencia irrumpen impiadosamente…
-Si se toma como referencia la mencionada ochava, unos metros hacia la calle Pilar, hay otra propiedad cerrada. En este caso, era un local de bowling, y en lugar de persiana posee una puerta de madera que en su tiempo debió haber sido muy lujosa. El negocio también está abandonado aunque aquí, su antesala fue de utilidad para que los vecinos instalaran un Perchero Solidario. Un cartel así lo indica y, pese a que no había prenda de vestir alguna durante nuestra visita (sí estaba lleno de calzado en mal estado, desparramado por el piso) el canillita de la parada de diarios distante a un par de metros, afirmó que el Perchero está en funcionamiento. “Si hoy no hay nada es porque hace frío y lo llevaron”, aclaró el diariero.
-En una de las dos esquinas “habilitadas”, una sucursal del Banco Nación exhibe con orgullo su cuidada fachada. Por allí, en pleno mediodía, un grupo de chicos enfundados en blancos guardapolvos, desafían a pura risotada la seriedad de los que entran y salen del banco. Algunos se reparten por las paradas de los colectivos. Otros, siguen su camino. Otro sub-grupo, penetra en los pasillos del barrio Justo Suárez, un complejo de viviendas sociales, tipo monoblocks, levantado en la década del 70. En unos de sus paredones externos, un mural cuyo lema es “Gigante hay uno solo” refleja la pasión que allí es capaz de desatar Nueva Chicago, sin dudas, el referente futbolero de toda la barriada.
-En diagonal al Nación hay una enorme carnicería, indicio inequívoco de que la industria de la carne es la que todavía predomina fuertemente en Mataderos (si uno se alejara por Lisandro De la Torre, unas diez cuadras en dirección hacia la Avenida Eva Perón, se toparía con el Mercado Nacional de Hacienda). El local llamado Chalín promociona “carne al mejor precio” y directa de planta. Esta cuadra, es la que comercialmente se destaca por sobre el resto, con gran variedad de rubros. Casi en la mitad, una verdulería de atractivos precios, acapara abundante clientela, factor aprovechado por tres juveniles encuestadores, que procuran detener a los peatones para hacerlos partícipes de sus cuestionarios. En algunos casos, lo logran…
-En la vereda de enfrente de Alberdi, también se ven locales, aunque el movimiento es menor. En la puerta de un negocio que ofrece ¡Dinero ya!, un muchacho de unos 40 años, solicita ser atendido. “No comí nada”, dice a viva voz, desde el lado exterior del vidrio. No le abren. Y, resignado, sigue camino, rumbo a la plaza Juan Salaberry, a la que se accede cruzando Pilar.
-En la esquina de esta plaza enrejada, hay una imagen del Padre Carlos Mugica. Cada 11 de mayo, allí se le rinde homenaje al sacerdote tercermundista asesinado en 1974. Mugica, luego de ser baleado tras celebrar misa en la iglesia San Francisco Solano, de Villa Luro, fue operado en el Hospital Salaberry. En ese sitio actualmente se erige la plaza del mismo nombre. Horas después Mugica falleció.