[alert style=»red»]Algunas son más relevantes que otras pero todas se sucedieron bajo el cielo de CABA a través de las últimas semanas. Eligimos estas cinco noticias que tienen que ver con el mundo porteño. [/alert]
LA NOVELA, HISTORIA, historieta, polémica… o como se le quiera llamar a la situación del monumento a Juana Azurduy, sumó una nuevo capítulo con su traslado desde la parte trasera de la Casa Rosada hasta el Centro Cultural Kirchner. A pesar de que apenas cinco cuadras separan ambos sitios, una espectacular movida se produjo para poder realizar la mudanza, dado el gigantesco tamaño del monumento. En la Plaza Colón -donde se encontraba- pronto no quedarán más estatuas, porque se reformará esa zona para permitir la avanzada del Paseo del Bajo, la futura ruta que conectará la Autopista Illia con la Buenos Aires-La Plata.
Para mover a Juan Azurduy se precisaron casi ocho horas. Sus 20 toneladas de bronce fueron levantadas por dos grúas y cuatro ganchos, para depositarla en un enorme camión con carretón de diez metros de largo que la transportó por De la Rábida y luego por Alem, hasta su destino final.
Según los expertos, su restauración demandará cierto tiempo, pues la escultura, de sólo un año de existencia, ya posee un notorio deterioro como consecuencia de que no estuvo bien terminada.
Entretanto, la estatua de Cristobal Colón, que estuvo detrás de Casa Rosada entre 1921 y 2013, y que fuera quitada por orden del anterior gobierno, está frente al Aeroparque, pero todavía no fue armada sino que paulatinamente, va recuperando su forma. Por ahora, se colocó la base y dos de las 15 figuras que lo componen. Este monumento, pesa unas 600 toneladas y está hecho de mármol de Carrara.
EL SEGUNDO SEMESTRE trajo la inauguración de una nueva terminal porteña. El centro de trasbordo, como se estila llamarlo en estos tiempos, ha encontrado ya su espacio en unos cuantos puntos de la Ciudad: Flores, es el último que se estrenó. Está ubicado a lo largo de la avenida Rivadavia, entre Argerich (y Quirno, su continuación) y Caracas (Membrillar). En total, es un kilómetro, a través del cual se reparten 22 líneas de colectivos, la estación Flores del Ferrocarril Sarmiento y la Línea A de Subte, con sus estaciones San Pedrito y San José de Flores.
El desarrollo de las obras contempló la instalación de cuatro paredones con mobiliario urbano de aluminio, señalética e iluminación Led. Dos de los paredones están en sentido Oeste y los otros dos hacie el Este.
Los carriles exclusivos para colectivos son dos por cada mano. Uno va desde Condarco (Culpina) hasta Artigas (Pedernera), y el otro -en la dirección contraria-, hasta Nazca (San Pedrito).
Para los vehículos particulares, la cantidad de carriles varía según en ancho de Rivadavia. Pueden ser dos o en algunos tramos, sólo uno. Además hay un carril de detención y 18 dársenas para que se detengan camiones de reparto y de caudales.
Otro cambio, tiene que ver con la eliminación del giro a la izquierda por Bolivia. Ahora, sólo está habilitado para el transporte público.
Los datos del Gobierno, aseguran que esta obra beneficia a 55 mil personas que diariamente circulan por allí.
EL AUMENTO DE LAS MULTAS fue una de las noticias que los porteños desearon no tener que oír. Pues porque si bien el último incremento fue del 7,21 %, si se contabilizan los últimos dos años, los valores son prácticamente el doble que en 2015.
El sistema para efectuar los aumentos cambió: hasta 2013 era preciso que se votaran en la Legislatura. Sin embargo, un código de indexación automática fue instrumentado por la misma Legislatura, para que los aumentos no quedaran en inferioridad de condiciones respecto de la inflación. Así, el valor que se tomó como referencia fue el de la nafta premium de YPF. Si esta sube, también lo hacen las multas. Estos son algunos de los costos a los que hay que hacer frente por infringir ciertas normas:
.-Mal estacionamiento: de 1.040.- a 1115.-
-Si se obstruyen rampas, ciclovías, paradas de colectivos, es el doble.
-Si hay acarreo de vehículo, se debe pagar un plus de 750.-
-Si el pago es voluntario, todos los casos permiten un descuento del 50%.
-No utilizar el cinturón de seguridad; no llevar casco; violar la prohibición de ingreso al microcentro; no respetar la prioridad peatonal, o conducir con auriculares puestos o hablando por teléfono: de 1040.- a 1115.-
-Si el conductor está enviando mensajes de texto, es el doble.
-No tener licencia de conducir: 557,50
-Pasar un semáforo en rojo: entre 3345.- y 16.725.-
-Si lo hace un conductor profesional, es el doble.
-Pasar una barrera baja: entre 4460.- y 22000.-
-Tapar la patente: 11.500.-
-Negarse a un control de alcoholemia: 3345.-
-No detenerse en un peaje de Aysa: 1672,50
-Exceso de velocidad: entre 1672,50 y 44.600 dependiendo de la velocidad en que se la supere.
-No haber realizar la VTV: 1115.-
-No haber realizado el grabado de autopartes: 1672,50
-Manejar con vidrios polarizados: 557,50.
UNO DE LOS INTERESANTES PROYECTOS que serían tratados en la Legislatura, está vinculado a las entradas/salidas de los subterráneos. Por una propuesta de Marcelo Gouman (Interbloque Evolución) las mismas tendrían que ser techadas a la altura de las escaleras mecánicas, para evitar dificultades en caso de lluvia, tanto para los pasajeros como para el funcionamiento de las escaleras. El legislador manifestó que además de prevenir resbalones para la Ciudad terminaría siendo una inversión, ya que se ahorraría mucho dinero en reparaciones.
Al parecer, la idea está basada en los subterráneos de la ciudad estadounidense de Chicago, que cuentan con una especie de habitáculos vidriados que rodean las bocas de acceso. No trascendió si la propuesta alcanzaría también las escaleras comunes o sólo está dirigida a las mecánicas.
A LOS LARGO DE 400 METROS de la Avenida 9 de Julio, instalaron paneles solares sobre los refugios del Metrobús. En total, fueron 328 paneles que cumplirán la función de generar energía limpia en uno de los sectores más afectados por la contaminación emitida por el intenso tránsito.
Las autoridades enumeraron los beneficios de esta innnovación, que costó algo más de 3 millones de pesos. Una ventaja, es que a reemplazar 46 mil bombitas incandescentes, por luces Led. Otra, es que la energía ahorrada, equivale al consumo de 557 mil litros de gasolina, o a quitar de la circulación a 276 autos durante un año.
Los paneles tienen una vida útil de 30 años. Si la experiencia resulta satisfactoria, el propósito es que todo el Metrobús de 9 de Julio los tenga. También podría emplearse en otras avenidas de la Ciudad.