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Junto a Carlín Calvo en uno de sus papeles protagónicos memorables: “El Rafa”.

Alberto Manuel Rodríguez Gallego González de Mendoza nació en el barrio de Belgrano (Cabildo y Maure) pero a los cinco años quedó huérfano y su abuela materna se lo llevó a vivir a España. En 1939, a los 17 años, regresó a la Argentina y comenzó a ponerle cimientos a una notable carrera artística que lo llevó a filmar 151 películas y trabajar en renombradas tiras televisivas. Entre ellas, El Rafa. Si bien sus obras en el país lo condujeron a ganarse el rótulo de “arquetipo de actor porteño” realizó además numerosos trabajos en el exterior, sobre todo en España, donde su fama fue casi tan grande como la adquirida en la Argentina.

INFANCIA DURA. Ya en Madrid luego de la muerte de sus padres, sobrevino la Guerra Civil Española. “Mi nona murió a poco de empezar la Guerra, donde perdimos todo. Fue ahí cuando empecé a laburar y a conocer la calle; a los 15 años empecé a gastar suelas.”, confesó en una entrevista con Clarín. Junto a otros refugiados regresó a Buenos Aires en barco. “Me las rebuscaba como podía. Laburé en un cabaret que se llamaba El Avión y estaba en el Bajo, sobre Paseo Colón. Por un sándwich de mortadela y diez pesos bailaba boogey boogey… Después fui a aprender baile en serio y en 1943 fui comparsa en el Colón. Era apenas un buen partenaire, porque tenía fuerza, así que opté por meterme en el teatro”, contó en esa misma nota.

DEBUT Y DESPEDIDA. Su primera película data de cuando era apenas un niño. A los 7 años, participó en Alma Gaucha. En 1939 intervino en Murió el Sargento Laprida y desde la década del 40, comenzó con su impresionante camino filmográfico. La última película, La Mala Verdad,  la hizo a los 88 años, interpretando a un hombre que vive con su nieta y su hija, y mantiene una relación conflictiva con ésta última. Pocos meses después,  por una deficiencia respiratoria, falleció en Madrid, donde vivía desde hacía años.

EL RAFA. En TV tuvo su momento de máximo repercusión en 1980. En esta tira diaria, ya como galán maduro, era un canillita que luchaba con su hijo, el Cholo -un juvenil Carlín Calvo- por el amor de una mujer, Alicia Bruzzo. En el horario central de las 21, el país “se paraba” para seguir la mítica novela.

HOMBRES DE HONOR. En 2005 trabajó en esta tira de Pol-Ka. A los 82 años, sería su último papel en TV. Tuvo una corta intervención interpretando a un mafioso que moría acribillado a balazos.

AQUÍ Y ALLÁ. En otro reportaje, no dudó: “A mí me ha ido muy bien en Europa, he ganado mucho dinero, pero no me puedo identificar: soy muy argentino. Yo tengo un gran respeto por los españoles, España tiene cosas maravillosas, pero no engrano con el español. No, no, no. Por ahora vivo allá, pero siempre pienso en pegar la vuelta. Soy muy porteño, me gusta el olor y la música de mi ciudad, las mujeres…”.

LA FAMILIA. Casado con Mabel y padre de Fabián y Belén, era además padrastro de Daniel Ruiz, quien adoptó el apellido “Mendoza” en agradecimiento a quien convivió con él desde los seis meses de edad. Daniel Mendoza, se suicidó en 1992, a los 48 años.

DOS FRASES. No son de su autoría, pero las hizo suyas en el tramo final de su carrera. La primera, de su gran amigo Vittorio Gassmann: “Cuando uno ha llegado a conocer la vida y todo su misterio, viene la muerte”. Y ésta, de Jorge Luis Borges: “Absuelto de las máscaras que he sido, seré en la muerte mi total olvido”.

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