Julia Vázquez es la vicepresidenta de Círculo Penacho Azul, entidad ubicada en Tamborini entre Altolaguirre y Burela. Se trata de uno de los clubes tradicionales de Villa Urquiza, que supo de épocas de mayor prosperidad en tiempos en que las instituciones barriales gozaban de gran prestigio. Claro que además, también conoció momentos muy duros, donde fueron varios los «colegas» que estuvieron al borde del cierre e incluso, algunos no lograron sobrevivir. En el caso de Penacho, salió airoso y en la actualidad, con enorme esfuerzo lucha por reacomodarse en el contexto de un tiempo que tampoco es sencillo para los clubes: «Estamos en crecimiento y agregando actividades -señala Julia-. Al voley lo incorporamos el año pasado y este año arrancamos con el futsal en la Liga BAFi. Por ser el primer año, nos está yendo bien, entiendo que incluso tenemos un ascenso asegurado en esta campeonato que es uno de las más importantes después de AFA».

-¿Qué más se puede encontrar en Penacho? 

-Esto se sumó al baby fútbol. Ya hace un tiempo competimos en las ligas FAFI y FEFI con dos tiras. Así hay lugar para todos los chicos, los que son muy buenos y los que son de un nivel un poco menor. Pero así todos tienen la oportunidad de jugar. El club está creciendo. Todos los directivos le ponemos mucho el cuerpo al club.

-En el aspecto económico, ¿cómo se sustenta el club? 

-Nuestras principales fuentes de ingreso son el canon que pagan las diferentes actividades. Además tenemos la concesión del buffet y el salón de eventos -donde generalmente se festejan cumpleaños- nos deja un dinero.

-¿Cuanto hace que asumió esta dirigencia?

-En 2014 hubo elecciones y se impuso nuestra lista. Norma -secretaria- y Mario -presidente- son el alma de Penacho, hace muchísimos años que forman parte de la vida del club. Personalmente hace once años que estoy en Penacho. Uno de los profes del baby es mi esposo, Diego Rivero. Llegamos juntos y por mi relación con Norma, empecé a participar en la Comisión.

-Hay una pregunta casi obligada. ¿Cómo están en relación a lo ocurrido con las tarifas?

-Nos llegó bastante aumento, pero lo estamos pagando. Con esfuerzo pero se paga. Subió mucho el agua (6600 pesos) y la luz (algo más de 4000), no así es gas. Las gestiones para ver si se consigue algún subsidio continúan. La Subsecretaría de Deportes no está ayudando bastante. Ahora lo que vamos a hacer es cambiar la iluminación por luces Led. Si bien la instalación representa un gran esfuerzo, sabemos que más adelante nos vamos a beneficiar con la disminución de la facturación.

-¿Cómo está considerado el club dentro del barrio?

-El club cambió y está muy bien  considerado en Urquiza. Tuvimos un momento no tan floreciente, pero por los comentarios que recibimos, estamos contentos. La gente reconoce que ahora está muy lindo, nos elogian la limpieza y la cordialidad de la gente.

-¿Cuál es el clásico de Penacho?

-Yo creo que no nos podemos comparar con Pinocho, el clásico de ellos es con 17 de Agosto. Por ahí el nuestro sea con Sunderland, aunque la verdad es que son todos clubes amigos. No hemos tenido problemas con nadie.

«EN PENACHO NOS SENTIMOS RESPETADOS»

Marina y Ricardo son los encargados de llevar adelante una de las nuevas disciplinas de Penacho: el voley femenino. «Este un trabajo que viene de hace muchos años», cuenta Marina Morinigo, quien a pesar de haber traído el voley en 2016, encabeza un grupo de trabajo que pasó anteriormente por otras entidades barriales. La profesora agregó:

«Tras haber arrancado casi sin conocer el deporte, hoy las chicas están compitiendo. La idea es que primero pasen por la escuelita y luego compitan. Hoy en día hemos logrado formar la tira completa de inferiores: de sub 13 hasta sub 19. Y también un equipo de Mayores. Por ahora, estamos anotados en la Liga Unilivo y nuestro objetivo es anotarnos en la Federación Metropolitana en 2017. Venimos trabajando para eso. Tenemos tropiezos porque todo lo hacemos a pulmón, pero también logramos soluciones».

«Yo fui jugadora antes de dedicarme a la dirección técnica. Jugué en GEVP, Bouchardo y Pinocho muchos años, también integré la Selección. Siempre me gustó la enseñanza. Hice muchos cursos de entrenadora y aquí estamos… En otro club de Urquiza, el Río de la Plata, estuvimos seis años. Lo que pasa es que debimos salir a buscar otro espacio. Por suerte caímos en Penacho, donde nos abrieron las puertas y nos sentimos muy a gusto, en el sentido que nos respetan los horarios de cancha. En algunos clubes sucede que el fútbol acapara todo, y resulta difícil trabajar».

«La Comisión de Penacho nos ha ayudado a comprar parte de la indumentaria. Igualmente cualquier sponsor será bienvenido ya que los gastos de la disciplina son importantes. Las chicas pagan una cuota de 400 pesos pero hay algunas que están becadas o pagan menos. Si hay gente que no puede, la idea no es decirle ‘no vengas más’ sino equilibrar las cosas para que puedan seguir».

«Es importante tener este lugar como espacio de contención y que las chicas progresen teniendo un buen pasar por el deporte, que es lo más sano a nivel mental y físico. La familia se acerca en un gran número. Hay partidos donde el club está lleno de padres

«Hace diez años que trabajamos con esta modalidad. Hoy ya somos bastante conocidos y ya las chicas vienen solas. Si bien hacemos propaganda, nos pasa eso. En total, son unas 80 jugadoras, sin contar dos equipos de veteranas y un recreativo mixto, que es sobre todo para padres».