¿Cuántos futboleros oyeron hablar del Alumni? ¿Cuántos escucharon acerca de sus hazañas, de su récord de vueltas olímpicas y de su inigualable espíritu amateur? Sin dudas, muchísima gente.
¿Pero cuántos conocen, realmente, los datos concretos de su breve pero exitosa campaña? Y más aún, ¿cuántos saben que al margen de que el equipo desapareció hace aproximadamente un siglo, el lugar donde se gestó su nacimiento sigue en pie y goza de excelente salud?
MELIÁN 1880. El Buenos Aires English High School ocupa prácticamente toda la manzana delimitada por las calles Melián, Sucre, Enrique Martínez y La Pampa. Está en una zona de Belgrano donde predominan mansiones imponentes, veredas anchas y árboles que, de tan frondosos, apenas dejan pasar la luz del sol. Al colegio lo fundó Alejandro Watson Hutton en 1884. Primero funcionó en un solar de Perú 253 y luego de pasar por un predio de Montes de Oca 21 y otro de Santa Fe 2590, en 1906 se trasladó a su actual ubicación.
DON ALEJANDRO. Watson Hutton es considerado el padre del fútbol argentino, pues más allá de haber fundado el BAEHS y de haberle dado a la actividad deportiva un papel fundamental en su colegio, tuvo capacidad e ímpetu para que el fútbol local ensayara sus primeros pasos en forma organizada. En 1893 , impulsó y se convirtió en el primer presidente de la Argentine Association Football League (AAFL). Así, los equipos que practicaban fútbol extraoficialmente, se agruparon en una liga y ese año, le dieron vida al primer torneo de la que es considerada la entidad antecesora de nuestra AFA. Cabe agregar, que dos años antes, en 1891, se había jugado otro torneo de cinco equipos que quedó disuelto por razones de organización tras una sola temporada. Allí, Watson Hutton había hecho algunos aportes como árbitro.
SOCIO FUNDADOR. En 1893, también cinco equipos le dieron origen a la AAFL. Entre ellos estaba el EHS, conformado, como de costumbre, por alumnos y profesores. Pero todavía pasarían algunos años hasta que su hegemonía se destacara con creces. En aquellos tiempos, el Lomas AC había sido animador casi exclusivo del joven certamen doméstico, consiguiendo cinco títulos entre 1893 y 1898. Hasta 1900, el EHS participó salteadamente. Lo hizo en 1893 y 1895. Después, sus jugadores se repartieron en otros cuadros, como el Lanús AC -donde actuaron los célebres hermanos Brown- y Lobos.
VOLVIO CON TODO. En 1900 se produjo el retorno del equipo a la Primera División de la AAFL. Al hacerlo, se reintegraron los jugadores que habían actuado en otros clubes. Entonces, se produjo la explosión que lo condujo a ganar con holgura la supremacía de la primera década del siglo XX. En 1900 salió campeón y hasta 1911, totalizó 10 campeonatos, 6 “Copa Competencia”, 1 “Copa de Honor” y 7 copas internacionales. Su espectacular serie en el torneo regular, sólo se vio interrumpida cuando en 1904 y 1908, Belgrano Athletic le quitó su categoría de imbatible. Alumni salió subcampeón en ambas oportunidades, y con Belgrano -su vecino- protagonizó el primer gran clásico del fútbol local. Totalizarían 36 cotejos de los cuales, Alumni ganó 23.
EL MOTIVO DE ALUMNI FOOTBAL TEAM. En 1901, esta denominación reemplazó a la de EHS. ¿Las razones? La Asociación prohibió a sus participantes, competir con nombres comerciales. En cuanto a los que tenían nombres de establecimientos educativos, se dispuso que debían bajar a la tercera división para no fomentar “publicidad encubierta”. A fines de evitarlo, se llevó a cabo la modificación, aceptándose la propuesta de Carlos Bowers, quien se había inspirado en las Alumni Associations (organizaciones de ex alumnos de Estados Unidos). Luego, en 1906, pasó de llamarse de Alumni Football Team a Alumni Athletic Club.
POR ESTO ES FAMOSO. Alumni tuvo una corta y fructífera existencia. No sólo por los títulos que cosechó, sino porque impuso un sello, tanto en el juego como en lo extrafutbolístico. En el primer aspecto, protagonizó grandes hitos. Por ejemplo, haber sido el primer equipo local en vencer a un rival extracontinental, hecho ocurrido cuando visitó el país un combinado de jugadores británicos residentes en Sudáfrica. Alumni lo derrotó 1-0 en 1906 ante 10 mil espectadores, el presidente Figueroa Alcorta, incluido. Además, aportó una nutrida cantidad de jugadores a la incipiente Selección Nacional. Otro récord, es la cantidad de hermanos, los Brown, que se alistaron en el mismo equipo: Jorge, Alfredo, Eliseo, Carlos, Juan, Ernesto… y otro Juan: un primo. Su sensacional arquero José Buruca Laforia -gambeteador y goleador-, también entró en la historia.
La caballerosidad deportiva fue, asimismo, lo que los distinguió. Desafortunadamente para nuestro fútbol, ya veremos por qué, esa sería una de las causas que provocarían su veloz autodesafiliación. Otra notable característica: en lugar de reinvertir sus ingresos -como hacía la mayoría- los destinaba totalmente a obras de beneficencia.
ALLÁ VAMOS. El mediodía se aproxima. Por eso, es comprensible que la puerta del colegio se llene de padres. Sobre todo, a la vuelta, por Sucre, donde está la salida del jardín de infantes. Un enorme paredón y plantas enredaderas protegen el edificio. Damos una vuelta a la manzana. El BAEHS la comparte sólo con dos propiedades, dos edificios situados en La Pampa y Melián. La zona residencial, con sus añosas mansiones, los árboles y el escaso tránsito, impactan. Un cartel dice: Tradición Centenaria y Futuro de Excelencia. Tiene, además, los datos y el escudo del colegio.
Nos detenemos en el acceso principal. Para ingresar, hay que anunciarse en el sector de seguridad: “Somos periodistas, venimos a hacer una nota sobre Alumni”. Un portero, amablemente, nos impide el paso: “Tienen que llamar por teléfono, ahí les van a decir cuándo pueden venir”.
Como era previsible no será tan sencillo. Agradecemos el dato, damos media vuelta y seguimos disfrutando del hermoso paisaje belgranense.
El ingreso a la cuna del legendario Alumni, tendrá que esperar.
