El Boca del Fibrón
Capítulo 1
En el período 1983/1984, Boca vivió la peor crisis de su historia. Las mieles del campeonato Metropolitano de 1981 pronto quedaron sepultadas bajo las aguas de una profunda caída institucional y deportiva. Maradona y compañía habían hecho festejar a lo grande al público xeneize, pero la elevadísima erogación que la dirigencia encabezada por Martín Benito Noel había efectuado con el objetivo de armar aquel equipo, pronto traería graves consecuencias.
En relación a lo futbolístico, ya no habría más vueltas olímpicas luego del título conquistado en el ’81. Sin embargo, el déficit más serio estaba ligado a la economía del club. La crisis fue agravándose con el transcurso de meses y años. Entre tantos problemas de diversa índole, los empleados de la institución también comenzaron a sufrir la falta de pago. Y a pesar de su condición de trabajadores caracterizados, el plantel profesional no permaneció ajeno a la triste realidad que afectaba a la totalidad del club.
Después de varios meses sin cobrar, la decisión de los jugadores representados por Guillermo Cóppola, fue la de ir a la huelga. Una de las imágenes que saltan directamente a la memoria al recordar esta situación, es la de aquella tarde invernal en La Bombonera con Atlanta como rival, partido en el cual Boca presentó una alineación juvenil –su cuarta división- que vistió camisetas blancas y números escritos con fibra. Números que en contacto con la transpiración, fueron borroneándose a medida que pasaban los minutos. La igualdad en los colores con el conjunto de Villa Crespo, originó que la utilería debiera recurrir en la emergencia, a un juego de entrenamiento, al que le añadieron con marcador su identificación numérica. En el segundo tiempo, el árbitro Juan Bava permitió que los locales volviera a su atuendo tradicional.
Ese encuentro, jugado un domingo 8 de julio, perteneció al Metropolitano de 1984. Al equipo lo dirigió Ernesto Grillo –en reemplazo de Dino Sani, que era el técnico de los profesionales- y Boca, que perdió 2 a 1, alistó a ese día a: Walter Medina; Javier Franco, Rubén Manfredi, Marco Dos Santos y Jorge Latorre; Néstor Tessone (Oscar Galarza), Roberto Fornés, y Fabio Peruchena; Denny Ramírez, Gustavo Torres (Roberto Prado) y Gabriel Vales. Suplentes Miguel Ängel Gonzalez, Gotte y Púrpura.
Atlanta, al que dirigía Jorge Habberger, formó con: Raúl Domínguez; Rubén Darío Gómez, Milicay, Silvio Sotelo y Raffaelli; Mazo, Jones y Alfredo Torres; Villagra, Alejandro Onnis (Costantino) y Graciani. Suplentes: Gerardo Augusto Quiroga, Wagner, Firpo y Erramuspe.
Al minuto de juego Graciani puso en ventaja a la visita. A los 18’ empató Dos Santos de tiro libre, y a los 24’ del segundo tiempo, Torres señaló el 2-1 definitivo.
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