¡Cuánta expectativa! Sin dudas, no es un domingo más. Se viven horas decisivas, en la Ciudad de Buenos Aires, y, desde luego, a nivel nacional. Las elecciones de este 22 de octubre constituyen el segundo acto elccionario del año, luego de las PASO de agosto. ¿Habrá un tercero? Acaban de dar las seis de la tarde. Se cerró la votación y comenzará el conteo de los votos.
En el distrito porteño, el oficialismo con Jorge Macri a la cabeza, tiene el rótulo de favorito, por haber quedado arriba en las primarias. No obstante, el ex intendente de Vicente López no la tiena fácil, porque al igual que en el territorio nacional, el reglamento contempla una segunda vuelta electoral. En la interna de Juntos por el Cambio, logró derrotar a Martín Loustau por escaso margen. Por eso, el interrogante apunta a dilucidar adónde irán a parar los votos de quien fuera su competidor más encumbrado la última vez. Ese importante caudal de votos se lo disputan el representante de Unión por la Patria Leandro Santoro –que salió cuarto- y Ramiro Marra, el hombre de La Libertad Avanza, que llegó en quinto lugar. Ambos tienen expectativas de acceder al balotaje y en una segunda vuelta, dar el salto hacia la jefatura del gobierno porteño. Macri, obviamente, también piensa en acaparar una cantidad de sufragios suficiente como para imponerse ya mismo y no tener que competir otra vez en noviembre.
A nivel general el panorama es complejo. Javier Milei dio la sorpresa y terminó arriba en agosto, aunque muy cerca quedaron el oficialista y actual Ministro de Economía Sergio Massa, y Patricia Bullrich, ganadora en la interna de Juntos por el Cambio. Lo que pasará aquí, a esta hora, es una incógnita total. ¿Podrá imponerse La Libertad Avanza en primera vuelta? ¿Quién se quedará con el segundo puesto? Estos dos interrogantes dominaron la escena prácticamente desde el 14 de agosto, el día después de las elecciones que le pusieron un gigantesco signo de pregunta al futuro de nuestro país y provocaron un tremedno volumen de pirotecnia verbal entre los candidatos a presidente y sus seguidores.
En la Provincia de Buenos Aires, el oficialismo encabezado por Axel Kicillof va por la reelección, pero aquí no hay balotaje y el candidato de Unión por la Patria tendrá que superar a Carolina Píparo (La Libertad Avanza) y Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio) si quiere seguir gobernando el territorio bonaerense.
La Cámara Electoral ya anunció que la participación estuvo por encima del 74% del electorado del padrón nacional a las 18 hs, si bien también informó que en algunas escuelas del país, había gente que todavía no había votado. En las PASO, dicho porcentaje había llegado al 69%. Ahora, lo que la ciudadanía desea es empezar a conocer los resultados. ¿Podría ese 5% de diferencia, volcar la elección para un lado o para el otro?
Datos oficiales
Entre el cierre del escrutinio y pasadas las 9 de la noche, los medios ni los partidos políticos brindan datos oficiales. En ese período, todo es especulación, análisis y palabrería. Pero además, se empieza a vislumbrar algo que no se puede decir públciamente: hay datos que cuando se publiquen causarán asombro. Efectivamente, algo más de tres horas después de las 18 hs., aparecen los porcentajes. En el ámbito nacional Sergio Massa trepa a un 36 por ciento aproximado, seguido por Javier Milei (30%), Patricia Bullrich (23%), Juan Schiaretti (7%) y Myriam Bregman (2%).
En la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof confirma su liderazgo al superar el 45%. Lo escoltan Néstor Grindetti (26%) y Carolina Píparo (24%). Aquí, queda confirmada la reelección del actual gobernador. Esto todavía no se puede decir de la Ciudad de Buenos Aires, pero lo cierto es que Jorge Macri saca una ventaja casi decisiva, si bien deberá ir a la segunda vuelta con Leandro Santoro. Sólo por algunas décimas, el hombre de Juntos por el Cambio no alcanza el 50% necesario para ganar de movida. Santoro se afianza como su perseguidor más encumbrado (32%) y Marra está tercero (14%).
En las PASO, la unión de los votos de Macri y Loustau había alcanzado un 55% del padrón. El resultado de este domingo, señala que algunos puntos se fueron hacia diferentes destinos, lo que incide para que la primera vuelta no sea posible. Sin embargo, el hecho de haber conseguido más del 49% coloca a Macri muy cerca de la jefatura de gobierno. Además, todavía faltan mesas por escrutar. ¿Y si mañana los números le dan?
A la luz de semejante panorama, los encuestadores, una vez, más, parece que se equivocaron en sus mediciones. Entretanto, los canales de televisión hacen su show. Las coberturas en vivo desde las respectivas sedes de campaña, en momentos post-eleccionarios como este, suelen alternarse con las opiniones de analistas políticos y económicos. La euforia y los festejos de los ganadores y la desilusión de quienes se ven relegados se experimentan en simultáneo.
A las 22.30, incógnitas muy fuertes ya han sido despejadas. Hay más incógnitas que aún no poseen respuesta, y que, recién mañana, quizás comiencen a develarse. ¿Qué pasará en nuestro país ante este escenario político? Sin dudas, es una excelente pregunta.