“Bien, bastante bien. Se ha formado un equipo competitivo en un torneo que será bastante duro”, dice Claudio «Chiqui» Tapia cuando se le pregunta por la actualidad del equipo en la B Metropolitana. Hace 15 años que es presidente de Barracas Central, club en el que llegó a jugar en primera división (también en Dock Sud) antes de abocarse a su actual función dirigencial. Bajo su mandato, el club creció. Habiendo militado casi exclusivamente en la C y la D, en 2010 obtuvo el ascenso a la B Metro y se afianzó en esa categoría, siendo también notable la transformación evidenciada por su estadio y su campo de juego. “En lo institucional estamos bien. Esta crisis económica que se vive no nos está afectando tanto a nosotros”, agrega.
-¿Por qué lo decís?
-Porque no dependíamos tanto de la plata de los derechos de la televisión y logramos sacar una ventaja para armar planteles competitivos. Por las deudas de tantos clubes, muchos jugadores decidieron bajar una categoría y venir a un club que cumple. Que quizás paga menos, pero cumple. Y estoy contento porque salió bien. Eso sí: estamos esperando que los recursos de la TV entren, porque ahora sí los estamos necesitando.
-¿Cómo se logró que Barracas cambiara de este modo?
-Por el orden. Y por sobre todas las cosas el trabajo y el sacrificio de los dirigentes. El ocuparse de las cosas en el día a día. Eso hizo que Barracas sea un club saneado, goce de buena salud, y que sea protagonista en lo deportivo. Ese era el gran objetivo.
-¿Nada más que por orden y trabajo?
-Bueno, también el hecho de haber generado recursos que antes no había. Por los sponsors… Nosotros tenemos la posibilidad de que a través de la política, conocemos mucha gente y nos acompañan. Para Barracas sería bastante difícil si uno no tuviera la herramienta política que hoy tiene, de conocer tanta gente que puede ayudar. Por eso tenemos mejores posibilidades que otros. Esta es la realidad.
-Hasta hace 15 años el piso era uno de los más golpeados ante una lluvia. ¿Cuánto costó repararlo?
-No lo recuerdo. Pero sí, llovía tres días antes y ya no se podía jugar. El problema era que la cancha estaba un metro por debajo del nivel de la calle y que las napas están demasiado cerca. Se hizo un trabajo importantísimo de drenaje. La cancha tiene diez drenajes de todas las medidas, con un sistema de bombas a los costados que desagotan rápidamente. Nos sentimos orgullosos de ese cambio. Y ojo, que además de mejorarlo, hay que mantenerlo…
-¿Como se hace?
-Es muy difícil de mantener. No es sólo comprar las semillas. Los estadios hoy llevan 120 metros de arena anual, más las máquinas para ponerla, para aierar; los fertilizantes, los cancheros… Cuesta todo muchísima plata. Lo nuestro fue extraordinario pero todo los clubes hacen un esfuerzo muy grande para mantener su campo de juego.
-¿Qué hay en Barracas más allá del fútbol?
-Tenemos actividades sociales. Hay socios que juegan al voley, padel, basquet, la pileta… Y estamos muy contentos por la campaña del futsal. La del año pasado fue buena, y ésta es superadora, ya que además fuimos campeones nacionales. Nadie de Barracas pensaba que viviríamos este presente. Quiero agradecerle a Jonathan Sanzi, que se ocupa tanto del futsal. Él es el responsable. Ojalá sigamos así. Tenemos muy buen equipo, siempre que puedo voy a verlo.
-¿Te animás a pronosticar que serán campeones?
-(Risas) Ojalá… sería algo hermoso. Sería importante para un club humilde como el nuestro.
-¿Conocés a la Comisión de Futsal?
-Sí. Los veo con mucho compromiso. Yo traté de ayudarlos en todo. Trabajan muy seriamente.
-¿Qué obras tienen proyectadas para Barracas?
-El año que viene esperamos hacer la modificación de la cancha auxiliar, la creación de dos tribunas en la cancha principal y un estadio donde se podrán practicar más actividades. El hecho de tener un estadio para futsal ya te hace ahorrar un alquiler que hoy estamos pagando. Además, la construcción de una pensión para 18 camas. Y un estacionamiento que nos va a generar recursos. Inmobiliariamente el barrio está creciendo, y habrá muchos edificios alrededor del club.
-¿Puede ser que en 2017 seas el presidente de AFA?
-Ojalá. Tengo la esperanza de que cuando algún día se hagan las elecciones, poder ser candidato, en tanto y en cuanto la dirigencia me acompañe. Siempre tiene que salir del consenso, de que la gente vea que los puedo representar. Si esto se lleva a cabo sin dudas que voy a ser candidato.
-¿Qué opinás de la Comisión normalizadora?
-Ý… ahí la veo, como todos los dirigentes que aspiran a que esto mejore, de que cumplan el cometido para el cual fueron enviados: normalizar la condición administrativa de la Casa, modificar los estatutos y llamar a elecciones. Ojalá lo logren porque yo siento que la AFA necesita un presidente legítimo; un presidente elegido por el voto de los dirigentes, y eso es lo que no ha pasado. De existir la legitimidad que tendrían que tener no habría estos problemas que hay. La legitimidad viene por el voto de los dirigentes. No hay otra manera. Y la Casa necesita eso.