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La Ciudad está cambiando en numerosas facetas, y en la bicicleta radica uno de esos cambios. Sin que entre en la discusión el hecho de que sirva o no la proliferación de las ciclovías y las denominadas EcoBici que el Gobierno ofrece para circular gratuitamente, es innegable que este medio de transporte trae grandes beneficios para quienes lo utilizan. Salud y economía, son los mejores exponentes de las ventajas de pedalear.

Pero hay ocasiones en que andar por la ciudad no resulta lo regocijante que podría llegar a presuponerse. En referencia exclusiva a la ciclovía, entre la multiplicidad de puntos positivos, existen cuestiones que no lo son tanto. Y dentro de ese subconjunto, una circunstancia en especial es la que se lleva los peores abucheos: andar por la ciclovía de una calle donde el tránsito viene en sentido contrario.

Tal vez por una razón presupuestaria, el Gobierno construyó bicisendas doble mano en arterias que son mano única. De modo que los ciclistas que se muevan en sentido contrario al de los coches, tendrán que tomar mayores precauciones que las usuales.

La sencilla explicación tiene que ver con evitar el choque contra quienes se preparan para cruzar la bicisenda, tanto automovilistas como peatones. Éstos generalmente no identifican la presencia de la ciclovía y cuando están a punto de cruzar, sólo reparan en la dirección del tránsito vehicular.

Si son peatones, se corre el riesgo de llevarlos por delante de no aminorar la velocidad. También se les podría avisar mediante un bocinazo o grito de alerta, aunque lo más aconsejable es lo primero. Con respecto a los conductores, el peligro es que éstos directamente atropellen al ciclista al que no vieron acercarse en sentido opuesto.

Por ende, es necesario extremar recaudos y en cada esquina (incluso a mitad de cuadra, porque hay gente que equivocadamente, cruza por allí) disminuir en forma considerable la velocidad o detenerse, para permitir que el conciudadano de a pie o en auto (que posiblemente, jamás se entere de la presencia de un ciclista del lado contrario al que está mirado) efectúe tranquilo su cruce. Máxime si la zona es muy concurrida, esto provoca una dosis de fastidio e incide en que el viaje, no sea lo placentero que en cambio, es cuando se realiza a favor del tránsito.

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