¿Y VOS CÓMO TE LLAMABAS?

Algunos nombres curiosos, no tan curiosos, y sus razones, que tuvieron las actuales calles de Buenos Aires.

COMERCIO.

Humberto 1º, de inicio en San Telmo y epílogo en Boedo, previo paso por Constitución y San Cristóbal, es una calle muy conocida con un nombre que data desde hace muchísimos años. Se llama así por una ordenanza de 1900, en homenaje a un rey de Italia asesinado por un anarquista. Tuvo, no obstante, algunos nombres anteriores, y uno de ellos fue Comercio. En el Plano Topográfico de Felipe Bertrés, de 1822, la arteria contó con tal denominación, que simplemente, es un homenaje a la actividad comercial que resulta de la compra y la venta de objetos.

EL COMERCIO.

Situada en el barrio de Saavedra, Martín Malharro (calle que recuerda actualmente a un pintor y dibujante) cuenta con dos cuadras de extensión. Comienza en la Avenida San Isidro Labrador y termina en Vidal. Posee esta nomenclatura a partir de un decreto de 1944. Anteriormente (desde 1931) se la conoció como El Comercio, como consecuencia del nombre que tenía la empresa de seguros que donó a la Municipalidad los terrenos por los cuales se trazó la calle.

CURVA DEL FERROCARRIL.

El pasaje Enrique Santos Discépolo recibió su actual denominación en 1988, en homenaje al compositor, autor teatral, actor y poeta que entre otras obras, compuso el popular tango Cambalache. Es un pasaje de característica diagonal, que une las esquinas de Callao y Lavalle con las de Corrientes y Riobamba. Mucho antes, allá por 1893, se la menciona como Curva del Ferrocarril cuando por una ordenanza se le impone el nombre de Rauch (así se denominó hasta 1988).

¿Por qué Curva del Ferrocarril? Por un trazado del Ferrocarril del Oeste desactivado en 1888.

LA CORTADA.

Este nombre que incluso el día de hoy, en el lenguaje popular puede caberle a cualquier pasaje de la ciudad, recayó formalmente sobre la calle Enrique B. Moreno (un militar y diplomático), del barrio de Liniers. La Cortada se habría llamado esta calle de una cuadra, sencillamente, porque en su condición de diagonal, corta en dos partes –aunque no iguales- la manzana en la que se encuentra.

Curioso es también lo efímero de su nomenclatura: una resolución del 31 de marzo de 1931 la denominó de esta manera. Pocos días más tarde, el 23 de abril de 1931, un decreto la llamó Cadete Carlos Larguía. Otro decreto modificó su nombre por Enrique B. Moreno en 1946.

Se recogió información de la siguiente bibliografía para la realización de este artículo:

-Las calles de Buenos Aires sus nombres desde la fundación hasta nuestros días, de Alberto Gabriel Piñeiro (Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2003).

-Barrios, calles y plazas de la ciudad de Buenos Aires: origen y razón de sus nombres (Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 1997).

Foto: la finalización de Humberto 1º, en la Avenida Boedo.

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