TAN PORTEÑAS COMO ESTAS INSTITUCIONES

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Sí, eso, unas buenas porciones de muzza… Lindo plan para terminar un domingo de diciembre. Y allí estamos, en la esquina de Corrientes y Talcahuano. Claro, en una de las sucursales de Banchero, la histórica pizzería porteña, nacida en La Boca, pero ya no sólo identificada con un barrio específico sino con todo un espectro gastronómico que va mucho más allá de las fronteras barriales.

Elegimos el primer piso. Son aproximadamente las nueve de la noche y, tanto arriba como abajo, hay bastante espacio disponible. La atípica situación sólo durará unos minutos: pronto, la gente comenzará a llegar en un número importante. Nos atiende un mozo de estilo parco, aunque muy eficiente. Trae un par de vasos de vidrio, grandes… Uno lleno de orégano, el otro con pimentón. Esto llama la atención, pero enseguida, cuando llega el pedido, se entiende que es porque la pizza viene sin estos ingredientes. El cliente, puede ponerle a su gusto.

En el primer bocado queda en evidencia que la fama de Banchero no es casual. Muzzarella desbordante, consistencia adecuada, sabor exquisito… ¿Qué más se puede pedir? En una de las mesas de la planta baja hay una chica con la camiseta de Racing. Tampoco esto es casual. Está por comenzar un partido de la Academia y se podrá ver en la tele gigante del local. En forma paralela, empiezan a colmarse las instalaciones. Los mozos deben moverse con rapidez. Un grupo de personas sube las escaleras. Dentro del grupo, una mujer va filmando su llegada con el celular (¿será una infuencer, una youtuber?).

Niños, adolescentes, parejas… La concurrencia es muy familiar. En una pared del primer piso se puede disfrutar de varios murales, originados en antiguas fotografías. Una de ellas es del local de La Boca, allí donde los Banchero fundaron el negocio, seguramente sin imaginar que casi un siglo después, el modesto emprendimiento crecería y cosecharía grandes elogios a nivel mundial.

Algo de historia

Agustín Banchero arribó a Buenos Aires en 1893. Procedente de Génova, Italia, se afincó en La Boca, donde puso una panadería. En aquel primer negocio lo acompañó su hijo Juan. Y fue precisamente Juan, quien más adelante, y junto a sus propios hijos, Tito y Antonio, quien inauguraría la pizzería. Esto sucedió el 8 de marzo de 1932 en la esquina de Almirante Brown y Suárez. La empresa tuvo éxito. Gente de barrio y personalidades famosas como Benito Quinquela Martín, Luis Sandrini y Tita Merello, se sentarían a sus mesas. Con el tiempo abrirían más sucursales: Corrientes y Talcahuano; Corrientes y Montevideo; Pueyrredón al 100; Rojas y Rivadavia… Estas dos últimas bajaron la persiana. Sin embargo, lograron abrir otras dos sucursales. Una en Pilar y la otra… ¡en Miami! Sí, hasta esas latitudes llegó la fama de Banchero.

Chau domingo

Seguimos disfrutando de las porciones de muza en Corrientes y Talcahuano. Pero Banchero no sólo es pizza. La prueba más fechaciente, la constituye el andar de un mozo con lo que parece ser una suculenta milanesa a caballo con fritas. Son cerca de las 10 de la noche y casi no se ven lugares vacíos.

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