Curiosos recovecos de Buenos Aires, generados por vías, puentes y demás componentes del entramado porteño.
El cruce de la angosta Caldas.
En 2019 se estrenó una de las grandes obras de los últimos tiempos hechas dentro del territorio de la Ciudad de Buenos Aires: la traza elevada del Ferrocarril San Martín. Esta megaobra abarcó varios distritos porteños, trayendo importantes beneficios para automovilistas y peatones. Así como también sucedió con el Ferrocarril Mitre alrededor de la misma época, se anularon numerosas barreras y se abrieron calles cerradas al tránsito vehicular y/o peatonal durante décadas.
En referencia al Ferrocarril San Martín, Chacarita es uno de los barrios que recibió estas ventajas. En varios sectores, en función de la citada elevación de las vías, donde había paredones, barreras o pasarelas peatonales, actualmente hay puentes, por encima de los cuales los trenes atraviesan el tendido ferroviario con Retiro como una de sus cabeceras. Este el caso de Caldas, una angosta calle cuyo trazado desemboca en el Cementerio de la Chacarita. Entre Concepción Arenal y Leiva –casi encimándose con este último cruce), Caldas contaba con un paso a nivel exclusivamente peatonal que fue eliminado a fines de la década pasada. Lo que ahora puede verse en el mismo lugar es una gigantesca estructura sostenida por enormes columnas.
A pesar del importante envión urbanístico generado por dicha construcción, tanto este rinconcito como toda la zona (una especie de rectángulo delimitado por Dorrego, Jorge Newbery, Warnes y Guzmán) sigue conservando una esencia barrial donde predominan casas bajas y antiguas, de modesta apariencia, y todavía, alejadas del impulso de la edificación que viene avanzando irrefrenablemente en vastos sectores de la Ciudad, algunos muy cercanos.
Antes de la elevación de las vías no había barreras, por lo tanto los vehículos se veían impedidos de circular por Caldas desde Dorrego hasta Jorge Newbery. Ese escaso tránsito contribuía a mantener el aspecto sumamente calmo del lugar. Si bien hoy los conductores sí tienen la chance de utilizar esta calle como alternativa válida para ir desde una avenida hacia la otra, los cambios no resultaron perjudiciales en materia de tranquilidad, ya que el sereno perfil que caracterizaba a este rincón urbano no se vio deteriorado.
