“La gente se copa con estos lugares”

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FENÓMENOS URBANOS- BARES NOTABLES

En la esquina de Tucumán y Rodríguez Peña, un cartel  indica: Mar Azul, Bar Notable. La chapa pertenece al local que desde la década del 40, abrió sus puertas. Y el rótulo que exhibe con orgullo, lo tiene desde fines de los Noventa. A partir de entonces, más de 70 locales de su estilo, fueron así declarados por el Gobierno de la Ciudad.
A ese grupo de privilegiados, ingresaron sitios míticos como el Café Tortoni, y otros que a pesar de su condición, ya no existen más. En el caso de Mar Azul, el fondo de comercio no tuvo un único dueño: la sociedad que lo maneja hoy, está conformada por dos integrantes, ambos de nombre Carlos. “Somos Carlos I y Carlos II”, bromeó uno de los dueños durante el reportaje que le formulamos luego de tomarnos un cortado en la barra.

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A lo largo de la entrevista, respondió todos los interrogantes generados a partir del altisonante rótulo que ostenta el negocio:
-Nosotros nos hicimos cargo del fondo de comercio en 2006, a raíz de que un empresario español puso en alquiler el local, con una llave. Evidentemente, porque estaba totalmente armado y como es un Bar Notable, había un fondo comercio que se había estipulado en una cantidad determinada de dinero. Nosotros veníamos de trabajar en otro bar antiguo, el Británico, que por equis razones, cerró (más adelante, reabrió). Estábamos buscando otro bar y encontramos éste. Decidimos alquilarlo y emprender nuevamente el desafío. Así arrancamos, en diciembre de 2006.
-¿Cómo había sido tu experiencia anterior?
-Yo vengo, como decía, del bar Británico, de Brasil y Defensa. Ahí estuvimos dándole duro y parejo durante 19 años. Estaba abierto las 24 horas. Había que patear mucho. Este tiene la gran ventaja que abre de lunes a viernes a las 7 de la mañana y cierra a las 21 horas, y los sábados, de 8 a 15. Atendemos a las universidades de la zona, al Comité Radical de la calle Tucumán, los estudios jurídicos -de los cuales está llendo el barrio-, más los trabajadores y habitués de toda la vida. Hay mucho movimiento.
-¿A la gente le atrae que sea un Bar Notable?
-La gente se copa con estos lugares porque por lo general, mantiene ciertas tradiciones: café con leche en taza grande, tres medialunas como corresponde, el vermouth, la cerveza, la picada… Son bares tradicionales.
-¿Estás desde las 7 hasta que cierra?
-No, viene una persona a abrir. Yo me incorporo a las 11 y cierro a las 21. En total, somos cuatro los que atendemos. Los sábados hacemos media jornada y los domingos, descanso. Después de tantos años de trabajar en el Británico… Ahí los fines de semana estaba a full.
-¿Cuántos dueños tuvo Mar Azul en su historia?
-Desde el 42, cuando inauguró, hasta el 55 o 56, hubo una sociedad española, que fue la que le puso Mar Azul, en relación a la costa de Galicia. Después, entiendo que lo tomaron tres españoles que lo tuvieron hasta el 70. Y luego, creo que pasó por tres o cuatro manos más hasta que llegamos nosotros.

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-¿Cuándo los declararon Notable?
-En el 98. Se lo eligió porque acá paraban muchos escritores y políticos, debido a la ubicación. Empezando por Frondizi, venían todos los radicales de esa línea democrática. Como acá a la vuelta, por Lavalle, está Sadaic, también hay músicos y cantantes. Para ser considerado “notable”, el lugar debe tener parte de la historia del país embebido en sus paredes. Este lo tiene.
-Hablemos de la ambientación…
-No cambiamos nada. Cuando entramos nos encontramos con la sorpresa de que las paredes estaban revestidas con vidrios pintados, típicos de la década del 40. La mayoría de los bares sacó el vidrio y puso azulejos o cerámica. Otros revocaron y pintaron. Este es el único que quedó así, y en un muy buen estado de conservación.
-¿Y la barra?
-Es la original. Nosotros lo que hicimos fue poner el local en valor: limpiarlo, pintarlo, rasquetear y restaurar la madera… Colgamos los cuadros. La gente de Patrimonio te pide que se pongan imágenes de la época en la que inauguró el local. Así fuimos juntando fotos de la cuadra, de Buenos Aires en los 40…
-¿Cuales son los requisitos que deben cumplir?
-Cuando te declaran “notable”, viene la gente de Patrimonio y te indica lo que no podés cambiar, para no quedar fuera de época. Nosotros en su momento, lo restauramos con el asesoramiento del gobierno de la Ciudad. No estaba permitido, por ejemplo, sacar la barra de madera y colocar una de ladrillo. O cambiar los ventiladores antiguos de chapa por otros más modernos. Está todo como estaba.
-¿A cambio se obtiene algún beneficio económico?
-No, pero sí hay una enorme publicidad a través de la página del Gobierno de la Ciudad. Así surge el vínculo con el turismo. Además, desde 2014, estamos exentos de pagar ingresos brutos por una decisión de la Legislatura.

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-En lo gastronómico, ¿qué le atrae más a la clientela?
-El caballito de batalla es el café con leche con tres medialunas, el submarino con churros y todos los vermouths. Cinzano. Pineral. Cynar. Hierroquina. Fernet. Licores antiguos. Además está lo de ahora, que también lo tenés que tener para adaptarte a los tiempos que corren.
-Qué hay para la hora del almuerzo?
-Sale la milanesa con fritas, el filet de merluza, el bife de costilla, el pollo grillé, la suprema. Y un  plato del día. En esta época invernal hacemos mondongo los martes, los miércoles pastel de papas, los jueves lentejas, los viernes spaghetti con bolognesa…
-¿Cómo están de precios?
-Armamos los platos como para tener una alternativa económica acorde a la realidad. Los precios tienen un techo por la competencia misma, que siempre será la que te indica los valores, con excepción del café, que es como en todos los bares.
-Tocaste un tema clave: la competencia.
-Hay cantidad en esta zona. Van y vienen. Se mueve mucho la gastronomía acá y esa competencia te limita.
-¿Te tocó atender a famosos?
-Varios… últimamente a Kevin Johansen, Palito Ortega, el guitarrista Salinas… Vienen a cobrar sus regalías a Sadaic y unos cuantos pasan por acá a tomarse una copita.

La nota hecha en una de las mesas del fondo llega a su epílogo. Carlos agradece, toma su bandeja y toma impulso para seguir con su trabajo. Aparte de su condición de dueño del bar, es el único mozo que atiende la veintena de mesas, en proximidades de la hora de cierre. Queda tiempo, no obstante, para una última pregunta:
-¿Te suelen hacen reportajes?  
-Sí… Hace poco estuvimos en la FM de la Ciudad, con Ricardo Pedace. Hablamos de la historia del bar, fue muy lindo. También nos entrevistaron del Canal Matro, y en diarios y revistas. La gente le da valor a estos lugares.

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