LA CASA DE MIS ABUELOS

20171005_190750

La casa de mis abuelos no era suntuosa, sus puertas de madera daban a un gran patio donde reinaba un parral. ¡Qué calidez había allí! La cena frugal, el vino casero y su gran amor fue el legado que me dejaron.

Recuerdo que años atrás, cuando veía una serie televisiva que hablaba sobre una pradera y una familia, me parecía semejante a mi hogar en la playa, donde se veía el sol, las hierbas… y las mariposas multicolores revoloteaban en las proximidades. Sueño muchas veces con esa casita y vuelvo a sentir el perfume de las florecillas blancas, celestes y rosadas, y el aroma del pasto recién cortado.

Vienen a mi mente recuerdos de lo que yo veía al caminar por Buenos Aires, cuando salía muy temprano y me detenía para ver los murales de las pinturas que existían en los alrededores y también las copias de cuadros de Monet, Van Gogh y Gauguin. Era encantador ver el colorido de cada obra con las combinaciones de verdes rojos, blancos y amarillos… Siento que estos maravillosos pintores estaban tocados por la varita mágica del genio y el arte.

Relataré ahora acerca de un tema que habla de un sueño, donde la protagonista imagina un mundo lleno de ideales… Y se refiere a su vida, y dice que guarda en su corazón tres casitas de barajas, cosa que yo pensé que podría hacerlo y no lo logré. Pero a pesar de todo, siempre conservo la esperanza de, algún día, en algún lugar escondido, que mi sueño se haga realidad.

Amor, me haces vibrar el cuerpo, mi corazón palpita al son de tu música celestial, acelerado a veces, o pausadamente otras tantas… Y me reclino en el sofá para que todo mi cuerpo perciba esa sensación de quietud y armonía palmo a palmo.

Vivo mi presente, que es mi pasado y mi futuro, porque siempre, cada ser humano tiene su historia… Y la esperanza de encontrarse mejor no se pierde nunca. Dios quiera que los deseos de paz y amor, de confraternidad y esperanza, se hagan realidad, que los corazones partidos se vuelvan a unir y que las ganas de disfrutar cada instante se cumplan en este nuevo año.

Raquel Seltzer

Leave a Reply