
Clubes chicos de corazón gigante
Hoy: Excursionistas en 1980
Excursionistas venía de hacer en 1979, una campaña que estuvo por debajo de las expectativas generadas. La dirigencia optó por hacer borrón y cuenta nueva, y contrató a Alejandro Romero para la función de entrenador, en reemplazo del «Colorado» Paladino. Las ansias de abandonar la Primera C, categoría de la cual el club no podía salir desde 1973, llevaron a la Comisión a realizar una importante renovación del plantel.
Altas y bajas
Hicieron su presentación con la casaca verdiblanca: Aguayo, Allende, Céliz, Cirigliano, Damiano, Estráviz, Lucero, Lutte, Martinuccio, Pacheco Martínez, Tamagni, Sanabria. Troncoso, Viola, Virgallito y Yáñez.
Unos cuantos futbolistas estaban precedidos de actuaciones en categorías superiores, siendo los casos de más renombre los del ex Boca José Sanabria, Troncoso (actuó en Vélez y la Selección), Virgallito (Vélez), el arquero Damiano (inferiores de Boca y Armenio), Céliz (Arsenal), Martinuccio (Vélez, Estudiantes de Buenos Aires y una Selección Juvenil), Viola (El Porvenir) y Lutte (regresó tras haber jugado en Temperley en la A, y demás instituciones).
Se fueron, entre otros, Bertello, Biasín, Buceta, Cacchione, Ceballos, Eduardo Fernández, Roberto García, Jiménez, Maita, Fernando y Gustavo Molina, Petrucci, Richeri, Julio Suárez, Vega y Zarza.
Empieza el sueño
Con un triunfo por 3 a 2 ante Barracas, en cancha de Comunicaciones, el torneo se inició a pura sonrisa para el Verde, que había hecho una gran inversión en busca del objetivo de obtener el único ascenso que proponía el formato del certamen.
En la segunda fecha, Central Córdoba le propinó su primera derrota (0-1), resultado amargo aunque no poco previsible. A la semana siguiente recibió a Morón y ambos protagonizaron un impactante empate en cinco goles.
Con dos victorias, ante Dock Sud y Luján (en medio de una fuerte tormenta que no impidió la continuidad del partido, pero que dejó en muy malas condiciones el césped de la cancha, en el cual se habían introducido costosas mejoras), volvieron las sonrisas, pero una derrota en Lanús, hizo que el equipo cediera terreno en su lucha por la punta.
Después, Excursio alternó alegrías (Colegiales, Cambaceres, Riestra) con frustraciones (Comunicaciones, CADU) en similar medida, hecho por el cual rápidamente perdió el tren del campeonato.
Finalizada la undécima fecha se produjo la desvinculación del técnico Romero -su renuncia fue por razones de índole personal-, llegando en su lugar Donato Hernández. El equipo no levantó, sino que siguió navegando por la mitad de la tabla y al cabo de la primera rueda, las ilusiones del ascenso ya se habían esfumado, agravándose el cuadro por la falta de motivación que implicaba que sólo el campeón podría jugar la temporada siguiente en Primera «B».

Cuando todo se desmorona
Con el transcurso de las semanas, varias de las figuras que habían firmado en Pampa y Miñones, dejaron el club, dándole paso a jugadores que en su mayoría provenían del semillero. De modo que progresivamente, el plantel se fue nutriendo de chicos que ya habían excedido el nivel de promesas, como Mazariche, Horvath y Martínez Fariña, y otros que hacían sus primeras armas, como Cirigliano, Darget, Leguizamón, De Vaan, Delli Santi y Acuña.
En la segunda rueda el equipo siguió decayendo. Tras haber sufrido cuatro derrotas consecutivas (las primeras tres por la mínima diferencia y la última, 3 a 0 en Cambaceres), también se alejó Hernández y se hizo cargo de la dirección técnica Antonio Espósito, de las divisiones inferiores. No sería éste el último entrenador: cinco jornadas más tarde, habiendo sacado un triunfo, un empate y tres traspiés, también Espósito se marchó, permitiendo el arribo de Jorge Vichera, que dirigió los últimos seis partidos, en los cuales Excursio obtuvo dos triunfos, dos empates y dos derrotas.
Una dolorosa lección
En definitiva, el equipo terminó apenas por debajo de mitad de tabla, en tanto Morón se consagraba campeón, con varios puntos de ventaja sobre su escolta Central Córdoba.
La decisión de postergar los chicos del semillero y en cambio poner el acento en una larga lista de costosos refuerzos, terminó por demostrar su ineficiencia, a la luz del saldo amargo que dejó la temporada.